Entrevista | José Luna Guitarrista de Sexy Zebras

Sexy Zebras: "La gente se da cuenta de que necesita piel y carne y eso lo ofrecen los conciertos en salas"

El grupo de Hortaleza visita Galicia este fin de semana con sendos llenos en la viguesa Rouge y la coruñesa Inn

Gabi Montes y José Luna, de Sexy Zebras, durante su concierto del pasado SonRías Baixas de Bueu.

Gabi Montes y José Luna, de Sexy Zebras, durante su concierto del pasado SonRías Baixas de Bueu. / @sonriasbaixas

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Vigo

En un mundo de blancos y negros ellos vinieron a ser cebras. La Sala Rouge de Vigo (21.30 horas) acoge este viernes el tercer concierto de la gira "Una noche de pogo con Sexy Zebras", en el que la banda de Hortaleza se echa a la carretera con un sold out en todas sus paradas. Mientras preparan un disco que será más "frontal" que la "Calle Liberación" que los llevó a la cumbre los últimos años, su guitarrista José Luna atiende a FARO DE VIGO antes de la cita que tendrán con sus fieles por San Valentín en Galicia.

  • Sois una banda que sigue apostando mucho por las giras en salas medianas y aún así habéis agotado billetes en todas ellas. Además, tras 15 años de carrera tenéis una base sólida de seguidores. ¿Fue antes el huevo o la gallina?

Esto es como un canal de doble flujo, nunca se sabe. Estas cosas pasan solo con 15 años cuando ya has hecho una base firme y bueno también la va a tiempo hacer las cosas mejor no hay a comunicarse y dar un mensaje mejor. Ha sido un proceso de ir quitando capas de lo que no éramos y quedarnos con lo esencial.

  • ¿Creéis que después del boom vivido en los festivales estos últimos años la gente está volviendo a las salas también? 

Sí, nuestra experiencia es que sí, obviamente, pero no sé hasta qué punto es real. Creo que en un momento donde también todo se está volviendo tan artificial, nunca mejor dicho, creo que la gente se está dando cuenta de que necesita piel, necesita carne, y creo que lo que ofrece un concierto pues es una experiencia que no lo ofrecen muchas cosas. Al fin y al cabo es sentirse uno con la música, la gente con la que vayas y el grupo en una experiencia bastante primitiva al mismo tiempo. Es un evento más social y notamos que la gente viene a meterse en la música y disfrutar.

  • Justo este concierto coincide en San Valentín. ¿Con qué 3 palabras definirías la experiencia para quien tenga una primera cita con vosotros en estos conciertos?

Creo que es amorosa, sudorosa y fluida (ríe). Y alegre, se respira mucha alegría por nuestro estado de madurez. Sentimos que estamos viviendo un momento de conexión muy bonito. Después de 15 años no te pilla atontado, te permite valorarlo. Está siendo muy bonito e inspirador.

  • ¿Como vivis desde el escenario esa conexión? Hay momentos que parece que todo el mundo entra en trance.

Sí, y en las salas mucho más. Es precioso, creo que cada uno de nosotros tiene un punto en común en el que lo vivimos de forma similar. Ves a algunos más eufóricos, otros concentrados… es como la vida misma. Con toda la emoción que hemos tenido estos años pero vengo a tocar porque la gente ya hace el resto. Antes nos estresamos, éramos más punk y agresivos y ahora es como “ya hemos llegado”.

  • Acabáis de sacar Marisol como tercer single del futuro disco tras Días de Mierda y Mañana no existe. ¿Es una nueva era en vuestros trabajos? ¿Hacia dónde?

Mientras se iba perfilando el disco fueron nuestras ganas de ir adelantando cosas, ha sido muy orgánico aunque fuera con mucha antelación. Hemos ido abriendo el camino. Sí que Marisol tiene esa sensación de nueva era o de que la gente ha sentido un impacto fuerte con ella.

  • ¿Veremos una versión menos punk?

Justo hoy (el jueves) hemos recibido las bases finales y creo que ha habido lugar para todo. Sentimos que es un disco premeditadamente más frontal y directo. Más llano y real. Calle Liberación fue un proceso emocional más intenso y difícil de descifrar y en ese álbum nos hemos acercado un poco más a nosotros, entendemos lo que somos como banda y tratamos de hacer cosas que muevan a la gente. Creo que hay sitio para todo, lugares muy sensibles con una claridad que no habíamos tenido antes y otros más punkies. Es un buen viaje y para todos los gustos.

Quizás haya que repetirlo, ya es una tradición. Algo haremos porque Galicia es una tierra que nos encanta y cada vez que vamos me froto las manos. El público, la comida… nos sentimos muy integrados y la gente nos aprieta un montón.

  • Habéis estado en varios festivales gallegos. ¿Hay algún grupo o intérprete con el que hayáis conectado o queráis tocar con ellos?

Así de entrada siempre recuerdo a Kings of the Beach, que lo dejaron hace poco. Coincidimos con los grupos de garage que estaban hace unos años en nuestros inicios y que se vivía de forma muy bonita y a veces nos escribimos. Y aunque estoy fuera de la escena porque no me da tiempo la vida, sí que últimamente escuchamos a Carlos Ares, me parece que está haciendo algo muy interesante, es algo muy suyo y que tiene una raíz muy guay. Y me gusta ver cómo en los festivales los grupos tocan temas folclóricos.

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