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CRÍTICA DE CINE

Juventud, maldito tesoro

Crítica de cine de «La sustancia»

Crítica de cine de «La sustancia»

Crítica de cine de «La sustancia» / Elastica Films

Carmen Villar

Carmen Villar

Existen películas que acarician, que miman, que reparan, que sueldan con sutileza trozos de sentimientos por líneas de puntos imaginarias y ayudan al espectador a recomponerse. Las hay que le oprimen el pecho, lo angustian, lo mantienen en vilo, lo agitan, como una llamada a deshora. Y después están las que lo incomodan e incluso, hasta cierto punto, y teniendo en cuenta que en general solemos hablar de ficciones, lo sacuden, lo zarandean, lo maltratan, en muchos casos, cuando no se trata de simple sadismo, con vistas a hacerle pensar o al menos reaccionar.

“La sustancia” es una producción de este último tipo, además de un disparatado cuento de terror. La indiferencia no es una opción y el mensaje, la obsesión por la belleza, el temor al paso del tiempo o el edadismo, cala, aunque a veces apetezca girar la cabeza o cerrar los ojos cuando la parte más explícita y truculenta, por no decir gore, sobre todo en su capítulo final, se adueña de la ya de por sí desmadrada pantalla.

Con todo, sin ese desenfreno en la caracterización del personaje, llevando la hipérbole a lo grotesco con la connivencia de una Demi Moore pletórica y entregada a la causa y de su entusiasta alter ego, interpretado por Margaret Qualley, quizás no impactaría tanto la idea sobre la que busca reflexionar: cómo nos vemos, consecuencia directa de cómo nos ven.

La directora francesa Coralie Fargeat, vuelve a aunar feminismo y cine de terror, después de que en su primera película, la muy entretenida “Revenge”, ya les hubiera dado la vuelta a los tópicos machistas del género al hacer que su protagonista, en primera instancia y en apariencia una “mujer objeto” de manual, le apretase las tuercas a tres varones rebosantes de testosterona y con vocación de depredadores que comprendieron demasiado tarde que habían dado caza a la persona equivocada.

Esta vez, sin embargo, los enemigos no solo están fuera, concentrados en la industria del entretenimiento, ávida de juventud y de libido pujante, sino también dentro: son muchas las mujeres, exiliadas de un sistema que castiga envejecer, buscan esa mejor versión de sí mismas en lugar de aceptarse.

“El retrato de Dorian Gray”, de Wilde, ha topado con una excéntrica heredera.

Ficha

Dirección y guion: Coralie Fargeat

Intérpretes: Demi Moore, Margaret Qualley y Dennis Quaid

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