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EN LA NUBE

El espía de Facebook que habita en tu móvil

La red social muestra en una nueva herramienta cómo recoge datos del usuario hasta cuando está cerrada, a través de códigos que introduce en el 30% de los principales portales

¿A qué información tienen acceso?

El viernes por la noche pedí comida a través de Glovo por primera vez. Elegí la opción "Iniciar sesión a través de Facebook" y la aplicación para hacer pedidos a domicilio pasó a engordar la lista de los 91 portales que, en mi caso, le pasan información a la red de Mark Zuckerberg sobre lo que hago. Con la nueva herramienta "Actividad fuera de Facebook" se puede consultar qué aplicaciones de terceros le cuentan todo lo que saben a la red social. El flujo es continuo hasta cuando Facebook está cerrado.

Zuckerberg prometió transparencia tras el escándalo de "Cambridge Analytica" -la empresa que filtró datos de los usuarios para ofrecerle propaganda política a medida y manipular su opinión-. La nueva herramienta de consulta es una de sus medidas. Aunque no es una opción muy accesible (hay que acceder a "Configuración", "Tu información de Facebook" y "Actividad fuera de Facebook") la intención es que los usuarios sepan cómo se trabaja con otras aplicaciones y dar la opción de "limpiar el historial", que en principio sólo guarda las interacciones de los últimos 180 días.

¿A qué información tienen acceso? Facebook, a pesar del alarde de transparencia, no aclara a qué datos concretos tiene acceso, pero sí queda claro cómo trabaja. Por ejemplo, con mi listado de "apps espías" la red social sabe cuándo hice mi último pedido en Glovo, qué artículos eché a la cesta en Zara, el libro que estoy escuchando en Storytel o las noticias que leo en el periódico. Es decir, se puede hacer una idea de mis intereses, ideología, gustos y hábitos diarios. Por si no los sé, me los muestra en un apartado llamado "intereses" publicitarios. Otro alarde de transparencia.

¿Qué hace con todos esos datos? La respuesta de siempre: ofrecer publicidad personalizada. "Creemos que es importante ayudar a las personas a entender por qué están viendo los anuncios que ven", explica el portavoz de Facebook ,Jay Nancarrow. Sin embargo, un 74% de los usuarios de Facebook en Estados Unidos no tiene ni idea del dossier de datos con el que trabaja la red social para "orientar anuncios", según una encuesta del centro de investigaciones "Pew Research" de 2019.

Facebook no necesita que el usuario inicie sesión en su aplicación para absorber información. Lo hacen otros por él. Proporciona a las empresas y organizaciones que trabajan con él códigos o píxeles de seguimiento para que lo incluyan en sus aplicaciones, portales o tarjetas de fidelización. La semilla espía de Facebook está en el 30% de los principales sitios web de internet. Con toda la actividad que recogen crean un perfil detallado de los más de 2.500 millones de usuarios de la red social.

Límites. Pero Facebook dice tener límites. Se supone que no hay flujo de datos financieros o relacionados con la salud. "Un portal sanitario con un pixel de seguimiento no significa que esté compartiendo información médica confidencial", explica Nancarrow. El ciudadano que desconfíe de la palabra de Facebook tiene pocas opciones. Con la nueva herramienta puede eliminar el historial y desactivar el seguimiento (con este gesto se pierde el inicio de sesión en todos los sitios donde se accedió con la cuenta de la red social), pero no eso no garantiza el fin de la publicidad a la carta. Seguirá mostrando anuncios basados en lo que sabe de sus usuarios a través de sus amigos, fotografías y "me gustas".

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