La fuerza no se debilita en la distancia, sino en el tiempo, y por el desgaste de tejer y destejer la misma historia, contada de formas diferentes y para público de distintas épocas, pero "El ascenso de Skywalker" cumple en entretenimiento. La película tenía la difícil responsabilidad de clausurar una trilogía que de entrada sonaba bien más allá de su interés crematístico y de despedir con honor la historia iniciada por unos personajes que acompañaron el viaje de una generación. A ellos se encominenda Abrams para enfatizar el lado emotivo de una entrega que apuesta por volver al origen y que, pese a prisas y soluciones de guion que no gustarán a todos, resulta placentera y no traiciona la ilusión.
Hasta aquí llegó la fuerza