Si bien la obsesión de Koreeda por la familia es trasplantable a otra cultura, en "La verdad" el resultado le queda afrancesado, quizás por el peso de Catherine Deneuve y Juliette Binoche, sobre todo la primera, como diva, o de bruja de cuento, e hija de diva que reprocha su ausencia, o tal vez por recurrir al cine dentro del cine para subrayar el mensaje. Al final, el drama se atempera y la poesía se diluye, pero es interesante el juego que Koreeda, que ganó la Palma de Oro con "Un asunto de familia", propone sobre los roles filiales y las verdades a medida. Porque el pasado es una relación a tres bandas entre el sujeto, lo recordado y su memoria y cada uno fabrica su versión a su imagen y semejanza.
