Ladrón es quien hurta o roba. Puede ser un reloj, un banco o casi una vida entera, como ocurre en "La hija de un ladrón", contundente puesta de largo de Belén Funes en el cine y un relato de cómo un padre puede arrebatar a un hijo el ofrecerle alguien con quien contar para evitar que su retoño tenga que madurar demasiado deprisa. Esa es la relación de hija y padre en esta dolorosa, honesta y desnuda historia de supervivencia encabezada por Greta y Eduard Fernández, que cooperan, aunque ella sea la dueña absoluta de todo el metraje, con una naturalidad más allá de su parentesco real. "La hija de un ladrón" es una oda realista y leal a las luchadoras que llenan las calles.
