No es el primero que lo cuenta todo sobre la madre, hasta lo inconfesable, pero llama la atención el giro de Sorogoyen tras "El reino" a una obra intimista, sugerente y hasta retorcida donde la acción va por dentro, a la velocidad a la que se componen y degradan los sentimientos. A partir de un impactante corto que optó al Oscar y que no avisa del drama o thriller psicológico que viene luego, retrata a una madre que busca a su hijo en rostros de adolescentes. Un viaje a cierta locura de cuerpo presente y alma ausente que le permite moverse en el turbio territorio de la ambigüedad y relatar con precisión y belleza, junto al talento inmenso de Marta Nieto, el proceso de duelo.
Amor (des)madre