En la época de la romanización, Chaves era conocida como Aquae Flaviae por la excepcional calidad de sus manantiales, que forman parte del eje termal del Alto Tâmega y que la convirtieron en una de las más florecientes ciudades ibéricas. Llave de defensa estratégica del antiguo reino de Portugal e importante nudo de comunicaciones, en Chaves se cruzaba la calzada que unía Galicia con el valle del Duero, luego convertida en ruta jacobea, y la que iba de Braga a Astorga. Y hoy como ayer siguen destacando, además de sus termas, los muchos monumentos de su casco antiguo.
El magnífico puente sobre el Tâmega, construido entre finales del siglo I y principios del siglo II fue una de las mejores aportaciones que lo romanos dejaron a la antigua Aquae Flaviae. Tiene casi 150 metros de largo y una docena de arcos y es una de las señas de identidad de la urbe. Del antiguo castillo queda una airosa torre del homenaje que encierra una de las mejores vistas de una histórica localidad que conserva otras notables edificaciones como el fuerte de San Francisco,Monumento Nacional desde 1938. Otras construcciones monumentales son el fuerte de San Neutel, la muralla o los edificios del propio centro histórico, uno de los más bellos del país.
Aparte de nutrido patrimonio, hablar de Chaves es hablar de fuentes, explotadas por los romanos hace más de 2.000 años. Las termas se encuentran situadas en el Largo das Caldas, a escasos 200 metros del centro histórico. Son idóneas para la piel y el tratamiento del hígado, el páncreas, la hipertensión, el reumatismo y las vías respiratorias, entre otras afecciones. La antigua Aquae Flaviae tiene en las termas uno de sus grandes pilares, que incluye también Vidago, Carvalhellos y Pedras Salgadas en escenarios lánguidos y de belle époque que invitan al paseo y a la tertulia en medio de jardines y lagos.
La eurociudad Chaves-Verín comparte servicios y recursos comunes, unidas como están por la historia y los manantiales. Existe una Ruta del Agua, que invita a visitar siete afluentes con un carné de agüista donde ir estampando los sellos. Verín conserva importantes nacientes de los que se extraen y comercializan aguas como Cabreiroá, Sousas o Fontenova. Hay otros balnearios como el de Caldeliñas y O Sapo. En Chaves es parada obligada la Fonte do Povo y la Buvete. Después llega Vidago y su privilegiado entorno natural que sigue cautivando a quien lo visita. Cerca está el Balneario Pedagógico de investigación y desarrollo de prácticas termales, en la antigua estación.
