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En el corazón del bosque

El Salto do Coro forma una vistosa cascada en la fraga mindoniende de As Bouzas. Es uno de los grandes atractivos de la Ruta da Auga, que guarda un mágico entorno natural

La ruta llega al pie de la cascada. // T.G.

El río Valiñadares atraviesa los bosques de Mondoñedo rodeado de prados, molinos, aldeas tradicionales, espesuras y cascadas. Entre viejas montañas de cimas redondeadas pervive la fraga de As Bouzas, guardiana de vegetación, piedra, agua y leyendas. Con espacios como el Salto do Coro, una refrescante "fervenza" a la que se llega siguiendo la Ruta da Auga, que parte del mismo corazón de la ciudad episcopal.

Antes o después de iniciar el camino es obligado un itinerario por la histórica villa lucense. Cualquier recorrido comienza en la Praza da Catedral, donde está el edificio que es la encarnación misma de la urbe. Se trata de una imponente construcción románica en su origen y con un vistoso rosetón hacia la que mira perennemente la estatua de Álvaro Cunqueiro, uno de los hijos ilustres de la que fue capital del Reino de Galicia. Declarada conjunto histórico- artístico en 1985, se respira por doquier el tipismo medieval.

Para conocer los secretos del bosque de As Bouzas hay que acercarse hasta Fonte Vella. Después se sigue por el Barrio dos Muiños, lleno de construcciones tradicionales asomadas al río con el famoso puente de O Pasatempo, histórico lugar donde fue retenida Isabel de Castro, esposa del Mariscal Pardo de Cela, cuando regresaba de Castilla con el indulto de los Reyes Católicos para su marido.

Las riberas y la fronda del Valiñadares y sus afluentes preservan una gran variedad de flora y fauna y las aguas permiten refrescantes baños. En el camino van apareciendo carballos, molinos, puentes, cruceiros€ No falta la señalización indicando los giros que hay que realizar en cada vuelta y cruce. El tramo que accede a la cascada es una larga pendiente que tiene su recompensa porque llega hasta la misma poza que forma la "fervenza".

Tras disfrutar del lugar se puede optar por continuar por la Ruta das Sete Voltas, entre bosques de castaños y robles. Tras pasar por la aldea de Barral se llega a la Cova do Rei Cintolo, otro de los atractivos del concello mindoniense. En sus galerías se han encontrado interesantes hallazgos arqueológicos que demuestran que estuvo habitada desde el Paleolítico. En la Oficina de Turismo es posible concertar visitas guiadas.

De regreso, la villa episcopal conserva monumentos como la iglesia de los Remedios, conventos y casonas que aparecen entre un entramado urbano de carácter señorial y de abolengo. Mondoñedo contó con el primer seminario de Galicia y el tercero de España, que después pasaría a incorporarse a la Universidad de Santiago. La historia quiso que la ciudad fuese un dinámico foco de nombres ilustres, desde Cunqueiro a Pascual Veiga, entre otros.

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