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Patrimonio del arte

La magnífica colegiata de Santa María es monumento nacional desde 1931. Es la seña de identidad de Xunqueira de Ambía, villa ourensana rica en historia y naturaleza

Colegiata de Santa María (Iñaki Osorio).

Desde cerca o desde lejos, siempre se ve su torre esbelta, característica de la colegiata de Santa María. El concello de Xunqueira de Ambía tiene su epicentro en este antiguo conjunto monacal, bien cultural que suena a música sagrada porque su órgano del siglo XVIII sigue en perfecto funcionamiento. Considerado una joya del género, casi único en el mundo, es una de la singularidades que ofrece el universo artístico de esta iglesia secular.

Coqueta y serena, Xunqueira es territorio de alta densidad patrimonial. Casas antiguas, palacio prioral, puentes de siglos y una antigua vía romana reconvertida en camino medieval de peregrinos rumbo a Compostela. Y agua en sus más variadas manifestaciones, otro de los atractivos de este concello ourensano. Aquí está el Bañiño, que vierte sus aguas minero-medicinales y sulfurosas a 18°C a las orillas del río Arnoia, y el espacio balneario de Porteiro, ubicado en un relajante entorno.

La historia ha dejado su huella a través de numerosas manifestaciones y la más evidente es la colegiata consagrada en 1164. Románica en origen, siguió evolucionando con el tiempo, aunque es uno de los edificios más notables de este género en Ourense, precursora de otros asentamientos monásticos en la zona.

El convento fue fundado hacia el año 955 por Gonzalo Froila y su mujer Ilduara, señores de las tierras. El conjunto monacal vivió etapas de sucesivas reformas gracias a los privilegios reales de los que fue objeto. La iglesia presenta una imponente fachada enmarcada por dos contrafuertes que se corresponden con las tres naves interiores. El claustro renacentista está formado por arcos de medio punto y calados decorativos de gran belleza visual.

Muchas cosas llaman la atención en este templo, como la decoración de los capiteles o las tablas flamencas. A los conciertos de música antigua acuden los mejores organistas del país, pues conserva un instrumento dotado de catorce registros de 1758 de excepcional sonoridad.

El concello también es pródigo en naturaleza y el río Arnoia dedica tres kilómetros a atravesar el territorio. Pocos sitios existen que acumulen tanta belleza en tan poco espacio. Hay molinos tradicionales como los de Pelamios, A Ponte o el de O Veiro, una aceña o puentes como el del Bosque do Rei, un "pasal" catalogado formado por perpiaños de granito colocados en vertical y que son el soporte de la pasarela de piedra.

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