¿Quién puede matar a un niño?, se preguntaba Chicho Ibáñez en su película de terror. La respuesta poética es el tiempo. Crecer es una metamorfosis que convierte a los humanos en otra forma posible de sí mismos. El cine adora los cambios y este es uno de los grandes, de ahí que las películas de transición conformen casi un género propio. "En los 90" cabría en ese cajón, apuntalada por los dos movimientos que suelen definir estas historias: el impulso de salida del hogar y el de entrada en el grupo de pares. Jonah Hill no huye del tópico, pero en contrapartida traslada con lirismo y frescura la construcción de esa familia alternativa. No todo es luz en ese camino, pero, incluso con oscuridad de fondo, "En los 90" es una película luminosa y un cierto canto a una época.
