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Adiós al minimalismo

El barroquismo regresa al mundo de la decoración con tejidos ricos y profusión de detalles

Detalle de.l comedor

El minimalismo tiene los días contados en el universo de la decoración más actual. Las tendencias se decantan por un regreso al barroquismo, del que hacen gala profesionales como Sig Bergamin.

En sus propias residencias de Manhattan, París y São Paulo, el arquitecto y diseñador recubre las habitaciones de color carmesí, azafrán, turquesa y azul profundo. Las molduras adornan las paredes, al igual que las obras de arte contemporáneas de compatriotas como Beatriz Milhazes.

La tapicería de los sofás hace alarde de estampados de todo tipo, desde los respaldos de las sillas hasta las cabeceras. Así queda de relieve en el nuevo libro del diseñador, una recopilación de sus espacios eclécticos en todo el mundo, que lleva el sugerente título de "Maximalismo".

Uno de los mejores ejemplos de esta línea de trabajo es el apartamento de Miami, ubicado en una de las torres residenciales de la sofisticada zona de Bal Harbour, la parte más lujosa de Miami Beach. Bergamin no escatimó en colores y texturas, hasta conseguir un efecto absolutamente impactante. El éxito estaba prácticamente garantizado incluso antes de empezar. En Miami, buscó inspiración en el mar para transformar un apartamento aburrido en el que apetece estar durante horas.

Forró las paredes con piedra de coral y utilizó materiales como el bambú en la sala de estar, donde pueden contarse hasta dos docenas de tipos de telas estampadas, que incluyen estampados tropicales y flores sorprendentemente armoniosas que florecen en los sofás y otomanas. Las alfombras y moquetas son de textura gruesa, en color beige, imitando la arena de la playa que se divisa desde las ventanas.

Bergamin es un viajero consumado y con frecuencia se inspira en los lugares del mundo que visita. En el apartamento quedan de relieve las influencias asiáticas. Las puertas interiores imitan la mashrabiya, una forma islámica de celosía. Se construyeron para separar habitaciones, pero en lugar de llevar los agujeros tradicionales para filtrar la luz, están llenos de espejos que reflejan la luz y preservan la privacidad.

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