Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Álvaro Urquijo: "Han pasado 20 años y aún echo de menos a Enrique"

El grupo madrileño inicia mañana en Vigo una nueva gira, en la que adelantarán algunas canciones su nuevo álbum, "Mi paraíso", previsto para septiembre. No faltarán, por supuesto, los éxitos de sus 40 años de carrera

Álvaro Urquijo, al frente de Los Secretos en una imagen promocional de esta gira

Ya se conoce una nueva canción de Los Secretos, "Mi paraíso", y -no es ninguna sorpresa- lleva la quintaesencia del grupo madrileño. Se intuye la presencia de una Rickenbacker de 12 cuerdas, la misma guitarra que Roger McGuinn convirtió en el sello de los Byrds; armonías vocales "marca de la casa" y una melodía que evoca lejanamente un clásico de los hermanos Urquijo: "Y no amanece". La música de Los Secretos es intemporal e intercambiar preguntas y respuestas con Álvaro Urquijo, siempre un placer. No importa cuándo los escuches, si en 1978 o en 2019. No importa cuándo leas esto. Álvaro Urquijo es historia viva del pop español.

- ¿Qué puedes adelantar del concierto de Vigo, que será el primero de la gira "Mi paraíso"? ¿Qué diferencia esta gira de la del 40 aniversario?

-En realidad presentamos el nuevo disco, que saldrá en septiembre y, además, todo lo que el público espera de un concierto nuestro. Aparte de tocar temas de un trabajo antes de publicarlo por primera vez en nuestra historia, siempre intentamos que nadie se vaya defraudado, seleccionando cada canción del repertorio, así como la escenografía, proyecciones, vídeo y sonido, con mimo. El disco contará con 12 canciones, de las que adelantaremos 6 o 7.

- ¿Hay fecha concreta para la salida del nuevo álbum?

-La fecha exacta no, pero sí que será por el mes de septiembre. Hasta que salga el disco completo habrá dos sencillos de avance en los próximos dos meses.

- Habéis lanzado una nueva canción, "Mi paraíso", que tiene el sonido inconfundible de Los Secretos, con esa melodía y esa guitarra de 12 cuerdas. ¿Intentáis sonar a Los Secretos o es algo que os sale de forma natural?

-A estas alturas nos resulta imposible no sonar a Los Secretos, yo no sé hacerlo distinto de cómo lo hacemos; toquemos lo que toquemos va a sonar a nosotros. Creo, además, que tener una identidad propia tan definida y que ha gustado a gente de hace 4 décadas y a la gente joven de hoy mismo no es algo que queramos cambiar. Muy al contrario, es algo de lo que nos sentimos orgullosos.

- Precisamente Paraíso se llamaba una de las bandas que actuó en aquel mítico concierto en la Escuela de Caminos de Madrid, homenaje a Canito. El próximo 9 de febrero se cumplirán 40 años. ¿Te gustaría que se conmemorase aquello de alguna forma, quizá con un concierto?

-Un concierto de aniversario sería lo suyo. Estaría genial si pudiéramos juntar a todas las bandas... Pero será algo complicado... Hace poco hicimos un concierto en la Escuela de Caminos con el grupo Mamá, me dio mucha nostalgia ver que no había cambiado casi nada el auditorio. Fue muy curioso estar en el mismo aula que nos sirvió de camerino entonces.

- ¿Ha habido algún momento en estos 40 años en el que la continuidad del grupo haya estado en muy serio peligro?

-Varias veces. La primera fue muy brusca al morir en accidente Canito, en la madugada de la nochevieja del 79. Éramos unos críos con apenas 17 años y dos maquetas mal grabadas y mal tocadas. La segunda, en 1983, cuando Polygram decidió no renovarnos el contrato y nos dejó en la calle. Decían que nuestra música no sonaba a lo que estaba de moda, que olía a vacas -por la música country-, y tenían razón, no sonábamos a tecno-pop-neo-romantic-super-hombrera, que era lo que entonces se veía en la tele. Eso nos hundió, porque en aquella época no tener discográfica era lo mismo que no existir, y para colmo de las desgracias unos meses después moría Pedro Díaz en otro desgraciado accidente cuando venía a Madrid a ensayar. Él vivía en Guadalajara. Creo que estuvimos dos años sin apenas trabajo y casi tiramos la toalla. Pero la más dura fue con la pérdida de mi hermano Enrique. Han pasado 20 años y aún le echo de menos.

- ¿Qué tal está su hija, tu sobrina María, que debe de andar por los 25 años? De alguna forma te convertiste en su segundo padre. ¿Se dedica a algo relacionado con la música o las artes?

-¡Está maravillosamente bien! Es diseñadora de ropa, y con mucho trabajo. Ha hecho diseños para muchos artistas muy importantes, ha visto más mundo en 25 años que yo en 56. Es una chica estupenda con muchísimo talento. Estoy muy orgulloso de ella. [N. del P.: Se trata de María Simún, diseñadora que ha vestido a Rosalía, a Aitana y a Mala Rodríguez, entre otras artistas]

- Antonio Vega fue uno de los músicos que te apoyó cuando decidiste retomar la carrera de Los Secretos con un disco homenaje a Enrique. Se acaban de cumplir 10 años de su muerte. ¿Crees que su figura artística se ha valorado justamente?

-No lo suficiente, y solo después que nos dejara. Eso suele pasar cuando alguien ya no está, es cuando más se le valora. Dentro de muchos, muchos años se seguirán escuchando sus canciones. Alguien como Antonio es irrepetible e insustituible, ha influenciado a varias generaciones de artistas. Oigo a menudo la canción "Romance de Curro El Palmo", de Serrat, en la versión de Antonio, y me conmueve una y otra vez. Un genio.

- Recientemente ha habido una gran polémica porque José María Guzmán cantó "Señora azul" en el programa "La Voz Senior" y ninguno de los jueces (Pablo López, Antonio Orozco, Paulina Rubio y David Bisbal) supo identificar la canción. Artistas como Teo Cardalda y José Ignacio Lapido pusieron el grito en el cielo. ¿Es un síntoma de la incultura musical de este país?

-Indudablemente, vivimos una época de consumo compulsivo de información, pero sin formación. J.M.Guzmán es y será un referente para muchos que envidiábamos las armonías vocales de donde quiera que estuviese (Solera, Cadillac, Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán...) Alguien así sería adorado en cualquier otro país... pero aquí no. Es una desgracia. Y no es la única burrada que se ha visto en este tipo de programas.

- Hemos visto un vídeo de Mick Jagger bailando un par de meses después de ser operado del corazón, a los 75 años. ¿Te ves en esto del rock con esa edad?

-Mientras conserve mis capacidades vocales y guitarreras, por supuesto. Mira James Taylor, Jackson Browne o Dylan, ¡han sido mis maestros y da gloria verles tocar!

- Has contado que, en cierta ocasión, en los estudios de TVE de Prado del Rey, ibais a tocar y alguien dijo: "A ver, Los Secretos, que se vistan ya y empezamos". ¿El haber sido tan normales y naturales, incluso en la vestimenta, os dejó fuera de La Movida?

-Que conste que lo has dicho tú... pero creo que en realidad, sí. Nosotros también pusimos de nuestra parte porque no nos veíamos de esa guisa de ninguna manera, íbamos a lo nuestro y por eso no representábamos la modernidad, que es lo que ha quedado en la retina de muchos, esa estética determinada. No tuvimos a nadie que nos aconsejara bien y tal vez nosotros fuimos ingenuos o torpes al no cuidar bien esos detalles, como de qué forma vestirnos, qué contratos firmar o a quién arrimarte para salir en la foto, cosa que muchos hacían... relacionarse, llamar la atención, esas cosas. Tampoco nos dio por ninguna corriente estilística concreta, éramos bastante tímidos y nos sentíamos bichos raros, aunque los raros parecieran el resto de los grupos de entonces.

- En enero próximo actuaréis nada menos que en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. ¿Es el lugar más solemne en el que nunca habréis tocado?

-Somos muy afortunados en poder elegir, en muchas ocasiones, los recintos donde tocar, también en una carrera de 40 años y 2.000 conciertos el destino acaba llevándote a sitios alucinantes. Son muchos los lugares que no olvidas, como El Teatro Romano de Mérida, El Teatro Real, Las Ventas, El Palau de de la Música y tantos otros? Insisto en que somos afortunados.

Compartir el artículo

stats