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Samsung Galaxy S10+

La década prodigiosa

El icónico 'Galaxy' sigue manteniendo su excelente nivel tras diez años en el mercado, y después de probarlo a fondo durante varias semanas las sensaciones que transmite son tan buenas como siempre. Aunque esperábamos más en este décimo aniversario

La década prodigiosa

El segmento de los teléfonos inteligentes de gama alta, o premium como dicen algunos, está lleno de virtuosos. Como si de la mejor orquesta se tratara, cada año se presentan numerosos genios capaces de mostrar lo mejor del sector en forma de teléfono móvil. Y de todas las orquestas, Samsung siempre ha tenido a algunos de los mejores músicos.

Ese es el caso del nuevo Galaxy S10+, que se lanzó al mercado hace poco más de un mes. El último dispositivo de la marca coreana es un virtuoso en todos los sentidos, lleno de muchas y muy buenas características. Un teléfono redondo.

La versión S10+ que hemos estado probando durante el último mes es la más grande de las tres variantes presentadas, junto al S10e -el más discreto- y el S10. Y lo más impactante del dispositivo es que no le falta absolutamente de nada. El diseño con la pantalla con esquinas redondeadas nos gusta desde que la vimos por primera vez en el S6 Edge. Nos enamoró. Y esa tendencia sigue a día de hoy.

Además, la calidad de esa pantalla ha mejorado considerablemente gracias a la tecnología de la pantalla Dynamic AMOLED que, por qué no decirlo, se ve de cine. Aunque lo mejor es su tamaño, casi hasta los bordes superior e inferior, con las dos cámaras frontales incrustadas. Una maravilla.

El día a día con el Galaxy S10+ es satisfactorio. El teléfono es rápido. Rapidísimo. La capa de software propio que Samsung le ha puesto al sistema operativo Android está bien diseñada. Y es precisamente en ese día a día cuando te topas con algunas cosas mejorables.

El sensor de huella dactilar, colocado bajo la pantalla, falla demasiado. Y no es un problema del S10+, sino de esa tecnología. Lo cierto es que ninguno de los móviles que hemos probado con el sensor bajo la pantalla funciona demasiado bien. Y eso decepciona.

Ocurre lo mismo con la batería, una pila que, bajo condiciones intensas de uso, no aguanta todo el día. Y tampoco es un problema del S10+, sino de toda una industria que todavía no ha sido capaz de fabricar un móvil cuya batería sea realmente duradera.

El apartado fotográfico es también excelente, otra virtud de un móvil que, al ser tan completo, no destaca en ningún aspecto. No sorprende. No innova.

Pero también hay que reconocer que es, por el momento, el mejor teléfono que hemos probado este año. ¡Que pase el siguiente!

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