No es fácil retratar el proceso de transformación del presente en donde se confunden lo que fue, lo que es y lo que será. Esa es la Galicia de O Courel, la que responde aún al ideario romántico del rural, aunque esté llena de grietas y vaya a romperse consumida por lo global y por el abandono. Esa es la Galicia que protagoniza "Trinta lumes" y uno de los milagros del hermoso documental de Diana Toucedo, quien logra hacer presente la ausencia, tanto de los que se fueron al más allá como de quienes se quedaron en el más acá, pero a decenas o miles de kilómetros. Y lo hace a través de un émulo de cuento de terror, como esos de Ánxel Fole, que le sirve para desgranar un catálogo de personajes-tierra de los que, si algo se le puede reprochar, es que no les dedique más tiempo.
La llama que puede cesar