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Toundra, turbulencia positiva

El grupo madrileño, máximo representante del postrock instrumental nacional, actúa mañana en Santiago, donde presentará las canciones de "Vortex". Con este quinto trabajo inician una nueva etapa

Esteban Girón, en primer término, junto al resto de Toundra. // Íñigo de Amescua

Una de las bandas más interesantes del país actúa mañana, a las 21.00 horas, en la Sala Capitol de Santiago. Se trata del grupo Toundra, un cuarteto instrumental procedente de Madrid y habitualmente incluido dentro del género postrock, pero que realiza una mezcla de estilos muy particular ya que también transita por el hardcore, el slowpop y el postmetal.

El grupo está formado por Esteban Girón (guitarrista), Alberto Tocados (bajista), David López Macón (guitarrista) y Álex Pérez (batería). Escuchando sus discos aparecen, de forma inevitable, referencias tipo Explosions in the Sky, Sumac, Baptists, Godspeed You Black Emperor o Mogwai. La banda también tiene un proyecto paralelo llamado Exquirla, con el que ha grabado un disco con El Niño de Elche.

Toundra presenta mañana en la capital gallega su quinto disco, "Vortex", un trabajo con el que inicia una segunda etapa en una carrera con un sonido que en España han manejado muy pocos grupos. Esteban Girón habla como líder del quinteto y señala que "hemos tenido como una meta desde el principio del grupo, en 2007, que pudiéramos crear una identidad propia que fuese lo que nos viniese en ganas sin importar los límites o los baremos de una etiqueta, porque creemos que escuchamos un montón de música, que las influencias son múltiples, y que no tenemos por qué encorsetarnos porque la vida ya nos encorsetará".

LIBERTAD

Pero sí hay algo que el guitarrista subraya y es que "la propuesta de Toundra se basa, tanto en lo musical, como en lo ético o político, en la libertad, por eso creo que hemos cogido ingredientes de un montón de sitios que hace que nuestro sonido sea especial, que sea lo único que nadie va a hacer mejor que nosotros y que es ser nosotros mismos". Pero uno de sus aspectos más curiosos es su filosofía sobre el poder revolucionario de la música. "Todo el tiempo que alguien esté escuchando un álbum es tiempo que no estás consumiendo, y eso es algo que la vida, tal y como está montada, siempre intentan que no pase".

El simple acto de oír música supone, por tanto, "momentos sin consumir, aunque el disco sea un bien de consumo, pero es un bien de consumo que goza del atributo de la reproducibilidad, lo puedes oír tantas veces como quieras", añade. En su opinión, "es más interesante, hoy en día, que la gente se gaste ocho o diez euros en un café que comprarse un disco que quizás vaya a cambiar su manera ver las cosas, de relacionarse con la gente, o incluso de cara a su futuro".

Girón afirma: "Nosotros somos muy fans del concepto álbum y lo reivindicamos en parte porque hemos crecido escuchando a bandas que no han hecho caso ni siquiera al single, y que van de Led Zeppelin a Pink Floyd, o de Marc Souzek a Mogwai". "Teniendo en cuanta una propuesta artística como la nuestra, sabíamos que los singles no iba a ser nuestro fuerte precisamente, así que siempre hemos tenido claro la importancia del álbum frente al consumo de música con un click". A la hora de citar influencias, reconoce la presencia de los grupos antes nombrados, pero "aunque esos sean los referentes que nuestro público maneja, quizás nuestro universo sonoro no esté en esas coordenadas. Es un poco más amplio, pero tenemos el pie en esos parajes y en el hip hop". Y añade que "a nosotros nos gusta que cada persona sea libre en cuanto a la interpretación, pero también nos gusta jugar con lo equívoco, no mojarnos y ver lo que cada persona puede imaginar". Sin embargo, el grupo ha realizado dos vídeos de sendas canciones de su último trabajo que pueden dar una idea de sus intenciones. El primero, "Cobra", muestra el drama de los inmigrantes. Mientras que el segundo, "Kingston Falls", es una animación de la portada del álbum en la que se ve al nómada atravesando el desierto. Pero el músico lo desmiente todo. "'Cobra' lo pusimos por el enemiga de la organización GI Joe en los cómics. Y 'Kingston Falls' es la ciudad en donde se desarrolla la película de los Gremlins. Son dos bromas con las que consigues ese efecto. Pero tenemos una cosa que es gozar del interés de medios y de público, más de lo que habríamos imaginado, y nuestra responsabilidad es arrojar un poco de luz sobre aquellos temas que nos resultan interesantes en nuestros día a día, o de los que somos sensibles ante la injusticia. El tema de las inmigraciones va ligado con el de las banderas, que venía tratado en Exquirla. Y en una época de cerrar las fronteras, a nosotros nos interesa el ser humano sin tener en cuenta el lugar en el que haya nacido", añade.

CRÍTICAS

Desde sus inicios, la crítica siempre ha alabado sus discos que suele situarlos entre lo mejor del año. "A veces te tienes que abstraer de la crítica, Twitter y las redes sociales", aclara. "Twitter es un patio de colegio y puede ser muy cruel. Hace mucho tiempo que no leo críticas, ni veo las redes porque son el signo de un tiempo que va a terminar en unos años. Es una amalgama de información no manejable, sin las herramientas necesarias de control, pero también tenemos que estar agradecidos, porque todos nos hemos aprovechado de eso".

"Vórtex" es el primer álbum del grupo que tiene título, ya que inicia un nuevo periodo. "Lo de no poner títulos en los cuatro primeros discos lo hicimos en honor a Led Zeppelin en una época en la que estábamos muy enfermos por su sonido.Y como en esta vida no puedes ser más que Led Zeppelin en nada, creímos que el ciclo había terminado. El disco se llama 'Vortex' porque queríamos reinventarnos. Y porque así se llama una sala que existe en el sur de Alemania donde hemos tocado seis veces. Se trata en definitiva de una metáfora que se cristaliza con un montón de gente que siempre nos ha querido y ayudado a lo largo de los 10 primeros años de la historia del grupo", aclara.

Sobre cómo será su sonido en directo, el guitarrista recuerda que "no somos Pink Floyd, no podemos reproducir exactamente lo mismo, la música tiene una vida más allá de lo que reprodujiste en una sala de grabaciones. En eso se basa el rock and roll, y es en lo que nosotros creamos". Según Girón, "lo nuestro es más directo, pero la gente sale más contenta de los directos que incluso de escuchar los discos, donde lo hemos captado más".

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