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Caquis, dulzor de otoño

Este fruto típico de la estación, sabroso, versátil y lleno de propiedades nutricionales, es un perfecto aliado de una dieta saludable

Los caquis están en su temporada óptima.

Cuando llega la estación otoñal muchos árboles se visten de un hermoso color anaranjado. De sus ramas cuelgan caquis, sabrosos y dulces, de gran valor nutritivo y beneficios para el organismo. Rico en vitaminas, hidratos de carbono y minerales, su ingesta es apta para prácticamente todas las edades.

Su temporada de recolección y mejor época de consumo es de octubre a diciembre. Algunas variedades se recolectan también en septiembre y enero. Este fruto parecido a un tomate contiene pectina, beta-caroteno y vitamina C, además de magnesio, potasio y otros nutrientes beneficiosos. Su aporte en antioxidantes mejora las defensas y aumenta la absorción del hierro. Son algunas de sus muchas propiedades.

Es originario de China y Japón, donde se cultiva desde el siglo VIII. Posteriormente fue introducido en muchos otros países. A Estados Unidos se cree que llegó a principios del siglo XIX, y a Europa en el XVIII, aunque al principio como árbol puramente ornamental. Conocido también como palosanto, el caqui ( Diospyros kaki) es un árbol de la familia de las Ebanáceas y del género Diospyros, su tamaño no suele superar los 10 metros de altura y, aparte de sus frutos, es apreciado en ebanistería por la madera de su tronco.

Los caquis se pueden consumir con la pulpa blanda y madura, o con la carne dura, estos últimos son los llamados persimón. La diferencia entre ambos es su punto de madurez. El clásico se recolecta en sazón, mientras que el persimón se coge semimaduro y se conserva en torno a 20º entre dos y cuatro días en cámaras con una atmósfera controlada. Así se consigue eliminar la astringencia y hacerlo más exportable y duradero.

Este fruto otoñal es versátil y aporta un toque único en la cocina. Acompaña bien ensaladas y postres. También se emplea para la elaboración de bebidas, batidos, helados y confituras. Además de su delicioso sabor, añade sus numerosos beneficios. En la península ibérica las zonas con mayor número de cultivos son la Comunidad Valenciana, donde existe la denominación de origen Kaki Ribera del Xúquer, Andalucía (Huelva, Sevilla, Málaga y Granada) y Murcia.

En Japón, aparte de su consumo en crudo, también existe la tradición de conservarlo y comerlo como fruto seco, tal como se hace aquí con las uvas o las ciruelas. La técnica se llama Hoshigaki y es toda una costumbre milenaria. Como buena fruta, el caqui se puede incorporar a numerosos platos para hacer aperitivos originales, guarniciones o postres, desde caqui con queso y frutos secos, a hojaldre de caquis. En la creatividad está el gusto.

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