Ha habido cabinas, habitaciones y hasta sepulcros. Al cine bien hecho le sobra un único espacio para seducirnos. Pero ahora que está ahí fuera internet las posibilidades se multiplican: es un no lugar en el que cabe cualquier lugar. En la red se puede hallar de todo, desde un teléfono a cotilleos que desvirtúan vidas, informativos sensacionalistas o vídeos de una adolescente que echa de menos a su madre fallecida y que no acaba de sentir que su padre la comprenda, como ocurre en "Searching". Esta recomendable película, fruto de la era en la que está filmada, combina el drama con el thriller de desapariciones y un aviso sobre la vida actual con solvencia, aunque el artefacto, toda la historia a través de pantallas, a veces se fuerza y acaba cansando.
