Sidonie regresa a Vigo. El trío catalán formado por Marc Ros, Jesús Senra y Axel Pi viajará con el aroma de un disco recopilatorio aún el horno, que prevén sacar el próximo mes. Y con el regusto a éxito de la gira de su último trabajo, "El peor grupo del mundo", y su veinte aniversario dando aún coletazos. La banda pasa por el mejor momento de su carrera y lo sabe. Los autores de "Por ti", "El incendio" o "Un grupo de mierda" llegarán el día 20 a la sala Rouge de mano de Escenarios Mahou, un ciclo de conciertos que se desarrolla este mes en las principales ciudades de Galicia. Entre las novedades de la iniciativa destaca "La canción del público", con la que los fans podrán elegir por votación un tema de la lista de canciones que después será interpretado en directo y los 'Meet & Greet', gracias a los que un grupo reducido de personas tendrá la oportunidad de disfrutar, antes de los directos, de un encuentro con los artistas.
-Habéis colgado el cartel de "no hay entradas" dos semanas antes del evento en Vigo. ¿qué te dice esto, Marc?
-Me dice cosas muy bonitas. Que es el reflejo de un muy buen momento que estamos pasando con el grupo. Hace dos años que estamos envueltos en celebraciones, pero ha costado veinte llegar hasta aquí,. Es genial que la gente responda en Galicia y en Vigo, porque ya sabes que aquí es donde empezamos a girar. Cuando salíamos de Cataluña era principalmente para irnos a Galicia y hay gente que nos sigue desde el primer concierto. Imagínate si es emocionante. Lo que ocurre es que nos paramos poco a pensarlo, pero es un premio a toda nuestra carrera y a tantos años de lucha, alegrías, triunfos, logros, pero también de muchas tristezas, decepciones... y cagadas. Es el mejor momento de nuestra historia.
-¿Podríais definir de un modo específico al público en Galicia?
-Yo diría que, por razones históricas de La Movida, hay una gran cultura musical. No es que sea un público analítico, de los que están parados escuchando más que bailando. Creo que existe un equilibrio entre las dos cosas: han venido a pasarlo bien un viernes o un sábado por la noche, pero también están ahí viendo qué está pasando musicalmente. No debería de decir esto, quizás... pero cuando vas a Galicia piensas, "hoy no es el día para equivocarse de acorde, para desafinar". Me cuesta un poco más relajarme, aunque luego empiezas y tiras para adelante.
-De cada disco de Sidonie han salido dos 'himnos' para una generación, un año o un acontecimiento concreto. ¿Ya tenéis nuevo trabajo a la vista?
-Estamos preparando una recopilación por los veinte años; que saldrá en noviembre. Sobre todo, habrá una sorpresa gigante con una canción de 2005 que se llama "Fascinado" y tendrá la intervención de muchas personas muy especiales para nosotros. Va a ser la bomba. No te imaginas lo difícil que es juntar a tanta calidad humana en una sola canción.
-¿Artistas invitados?
-Me sabe mal, pero no puedo avanzar nada porque no sería sorpresa.
-Sidonie ha tenido una evolución marcada durante los últimos veinte años, desde el rock psicodélico, pasando por el alternativo. ¿Cómo afrontáis el futuro?
-Cada año, o diría cada día, se esfuman más prejuicios de lo que se supone que tiene que ser el rock o lo que se presupone que tienes que componer, interpretar o cantar. Cada vez tengo menos limitaciones a la hora de hacer canciones o conciertos. Para mí como compositor, mi máxima diversión en el mundo es poder reinterpretar la música que a mí me gusta. Si miras la discografía de Sidonie, está trufada de temas muy diferentes, no puedo ceñirme a un solo estilo. Hay de todo. Si no, me costaría mucho dormir.
-¿Eres un culo inquieto, musicalmente?
-Realmente soy más fan que músico y no podría traicionar a mis héroes musicales. En los años futuros, avanzo que habrá más aventura: más juegos, más divertimentos... para no caer en el aburrimiento. Porque si no existe ese elemento de diversión, tres tíos juntos todo el día a lo largo de tantos años y tantos kilómetros, no se aguantarían. Tenemos que avivar esto y estimularnos (risas). Es como una pareja que se va descubriendo sexualmente. Hay que estimular un poco. Y en nuestro caso, los vibradores o los 'juegos eróticos' son escuchar y compartir cosas nuevas en el local de ensayo.
-Siguiendo la metáfora, ¿aún tenéis muchas fantasías en la cabeza?
-Sí, de todo tipo. El único problema es la edad. Ahora nos tenemos que cuidar un poco de ciertas experiencias (carraspea) de tipo químico. Pero por el resto, ¡a follar!
-Uno de tus olores preferidos, has dicho, es el matiz a barrica de roble de un buen tinto. ¿Has probado el albariño?
-Espero que el vino me acompañe toda mi vida porque soy casi del Penedés, de donde viene mi madre, y he visto disfrutar a mi familia del vino desde que éramos pequeños. Para mí es una escultura familiar. Y, hablando de los 'caldos galegos' [lo dice así, en gallego], la verdad es que no los domino tanto como otras denominaciones de origen, pero necesito que alguien me guíe en ese recorrido por vinos excelentes y espectaculares, porque sé que lo son. Me falta esa mano experta. No soy aplicado y enseguida se me olvida lo que he probado. Reconozco que tengo que poner más de mi parte.
-Marc Ros sufrió bullying . Hoy tus fans son padres de chicos que están expuestos a esta problemática. ¿Qué consejo le das?
-Es muy gratificante que vengan padres con sus niños a ver a Sidonie. Vemos a familias enteras en nuestros conciertos; así que a esos padres y madres, y a todos, yo les diría que lo más importante es la comunicación. Yo que sufrí acoso escolar en los años 80, creo que el problema que tuvimos yo, los profesores y los compañeros que abusaban de mí, es que no lo comentábamos, no nos comunicábamos. Hablen con el niño. Todo se basa en saber escuchar y, si es preciso, acudir, porque los psicólogos te pueden ayudar. Hay que saber que el problema es real.
-A James Rhodes le salvó Bach de los abusos sexuales cuando era niño. ¿Quién te salvó a ti musicalmente?
-Yo creo que la cultura y la música ayudan al ser humano. A la gente le gusta que le cuenten cuentos ya desde que son pequeños. Y el arte o la música es una forma de cuento. En ese momento, yo me vuelvo pequeño. Me siento protegido, como cuando estoy en brazos de mi madre; cuando escucho algo que me transporta, ya sea música, un cuadro o un buen libro. Yo diría que para mí The Beatles son como familia, porque los llevo escuchando desde que tenía cinco años y siempre han estado ahí en las duras y en las maduras. Los cito, y eso que algunos están muertos, porque tengo más relación con ellos que con algunos miembros vivos de mi familia. Soy consciente de que es un poco fuerte lo que estoy diciendo, pero tengo más cercanía con ellos. Creo que decir que me salvaron es muy rimbombante, pero sí podría afirmar que me protegían de ese mundo cruel que estaba ahí.
-¿Os veremos en una actuación especial, al menos diferente, en la cita del próximo sábado en Vigo?
-No quiero que se me olvide agradecer a Mahou habernos incluido a Sidonie en esta iniciativa, porque se están portando muy bien, apoyando la música en concierto.
