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Con mucho hummus

Su popularidad no deja de crecer y sus adeptos, sean veganos o no, también. Esta crema de garbanzos debe su éxito a su sabor y a sus propiedades pero también a las infinitas posibilidades que ofrece en la cocina

Bea Laya muestra un plato de hummus casero. //Foto: Iñaki Abella

El hummus está presente en las cocinas, es una manera sana de comer legumbres y es cada vez más conocido. El término, de origen árabe, elaboración popular a lo largo y ancho de Oriente Medio, ha cogido fama también en Occidente por su sabor y su aporte nutricional. Esta pasta de garbanzos (o de lentejas, o de alubias?) proporciona otros sabores y texturas a los platos, así que las legumbres pueden ir mucho más allá de los potajes de invierno. Desde aperitivos o como acompañante de carnes y pescados, el hummus puede alegrar numerosas comidas.

El nacimiento de esta pasta cremosa a base de garbanzos es incierto. Algunas teorías lo sitúan en Grecia, otras en el Antiguo Egipto, pero de lo que no cabe duda es de su popularidad. Se elabora con garbanzos cocidos, aceite de oliva y tahini, esta última una pasta a base de semillas de sésamo, de sabor intenso y alta cremosidad. En Medio Oriente se sirve con berenjena asada, pan de pita, arroz y curry. Las variantes se suceden a lo largo del mundo, pues la versatilidad es una de sus características.

Puede prepararse de numerosas formas aunque suele mantenerse el sabor suavemente salado y el toque cítrico. Otras recetas sustituyen el garbanzo por otras legumbres (lentejas, judías, guisantes), vegetales o frutas como el aguacate o la aceituna. El hummus no tiene ningún ingrediente de origen animal, por lo que es perfecto para dietas vegetarianas y veganas.

El perfil nutricional del hummus (palabra que significa "garbanzo") es muy completo, ya que aporta fibra, ácido fólico, calcio, magnesio, potasio, grasas saludables y vitaminas del complejo B. Es fácil de preparar -los garbanzos cocidos, el ajo y el resto de ingredientes se trituran- y admite numerosos acompañamientos. Para aquellos que gustan de las "crudités", opciones como la zanahoria, pimiento, calabacín o apio son ideales para untar esta crema de garbanzos. Basta lavarlas y cortarlas en bastoncillos.

El toque exótico se lo da el pan de pita, aunque a falta de este bocado, los picos de pan u otras variedades pueden hacer la misma función para saborearlo. Además de entrante, el hummus acompaña carnes como el pollo o la ternera, pescados como la merluza o el bacalao y muchos otros platos. La infinidad de alternativas que proporciona esta crema al cocinar permite como pocas la creatividad y la experimentación en la cocina.

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