La naturaleza ha querido dotar a estas tierras de una belleza paisajística sin igual. El río Bibei fluye por la provincia de Ourense hasta hacerse tributario del Sil y, en su recorrido por la comarca de Trives, atraviesa gargantas y paredes rocosas en las que afloran viñas con historia. Antiguas poblaciones castreñas ya se asentaron por aquí pero la más patente es la presencia romana, como lo atestigua Ponte Bibei, diseñado para cruzar la Vía Nova y aún hoy en perfecto uso formando parte de la OU-636 en el tramo que une Larouco y A Pobra de Trives.
Es uno de los puentes romanos gallegos mejor conservados y todo un prodigio de longevidad. Es también uno de los pocos que conservan casi en su totalidad la fábrica romana, e inconfundible por la altura de su arco principal, de unos veinte metros sobre el río. Para saber de su mucho pasado, en uno de sus extremos se han situado varios miliarios que explican la importancia que tuvo como vía de comunicación hace dos mil años, y que sigue conservando.
El puente fue construido para el paso de la Vía Nova o vía XVIII del itinerario de Antonino, cuyo trazado se finalizó sobre el año 80 después de Cristo. Debió ser levantado en tiempos de Trajano, dadas las inscripciones dedicadas al emperador halladas en la zona. La Vía unía las ciudades de Bracara Augusta (actual Braga) con Asturica Augusta (Astorga) a lo largo de unos trescientos kilómetros. El viaducto nunca perdió su función de obra útil, algo que sin duda influyó en su conservación. Fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1931.
Antes de fundir sus aguas con las del río Sil en Montefurado, el Bibei atraviesa un espectacular cañón con laderas de 500 metros de desnivel y gran pendiente donde se cultiva la vid, formando llamativos "socalcos" de viticultura heroica.
Ponte Bibei sirve de comunicación entre Larouco y Trives, villa de largo pasado señorial dominada por las cumbres de Manzaneda y por el recorrido romano que laVia Nova dejó a su paso. Hermosa por naturaleza, A Pobra de Trives se encuentra rodeada de enclaves de gran belleza, como el cañón del Sil, Montefurado o los codos de Larouco. Aquí el itinerario de la Vía Nova está labrado a pico en la roca y está considerado como una de las grandes obras realizadas en España por los romanos.
En arquitectura religiosa y civil son destacables la iglesia parroquial de Larouco y la aldea de Santa María de Seadur, donde aún pueden verse los restos del asentamiento Castro Cabanelas, rodeado de murallas y un foso.
