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Rubén Blades se despide del público gallego

El cantautor panameño actúa el próximo domingo en la Praza da Quintana de Santiago en un concierto enmarcado en su última gira, "Caminando. Adiós y gracias", acompañado por la big band de Roberto Delgado

Rubén Blades, el "poeta de la salsa".

De él dijo, o más bien le dijo, el Nobel Gabriel García Márquez con sanos aunque indisimulados celos: "Le envidio la capacidad que tiene usted de contar una historia en cinco minutos cuando a mí me cuestan cientos de páginas". A Rubén Blades se le conoce como el "poeta de la salsa," pero en él también cabría la definición de narrador, de cronista. Fue el primero, y hasta ahora, el mejor, en dotar al género de un cuidado y un contenido en la letras que nadie ha sabido igualar. ¿Poesía? Sí, por supuesto, y literatura, compromiso social, denuncia política...Rubén Blades estará el próximo domingo en la compostelana Praza da Quintana, un recinto que no le resultará extraño pues es el mismo en el que protagonizó la madrugada del 25 de julio de 1991 un esplendoroso concierto de tres horas con el repertorio de "Live!" en una de las últimas actuaciones en directo con el que había sido su grupo más duradero: Son de Solar (a veces, Seis del Solar).

De madre cubana y abuela gallega, Rubén Blades nació en el seno de una familia donde el arte siempre ocupaba un lugar privilegiado. Su familia materna le inyectó en las venas lo mejor de la música de Cuba, y de la paterna recibió lecciones de vida, en especial de su abuela, la panameña Emma Bósquez de Laurenza. "Siempre me decía que la peor pobreza era la espiritual. Era maestra, escritora, pintaba, defendió los derechos de la mujer, fue espiritista y vegetariana en la década de los 30. Ella fue quien me enseñó a leer y escribir, a los 4 años".

Abogado de profesión, ex ministro de Turismo de Panamá y teórico presidenciable

panameño en los próximos años, Blades empezó a darse a conocer en el seno de la Fania All Stars, aquel movimiento que, desde Nueva Yorka a principios de los setenta, puso los ritmos latinos (concretizando en la palabra "salsa" géneros como el son, el merengue, la cumbia, la guaracha...) en conocimiento del mundo entero.Su canción, "Pedro Navaja", incluida en el álbum "Siembra" (1978), es una de las más universalmente conocidas con letra en español. Desde entonces se ha prodigado en discos y conciertos, así como en su faceta de actor, tanto en cine como en televisión.

A mediados de los 90 hizo un medio amago de retirarse para dedicarse a la política presentándose como candidato a la presidencia de Panamá por un partido creado por él mismo, Papa Engoro. "¡No pudo ser!" como se diría en términos futboleros, así que Blades continuó su carrera artística sin renegar de la política pese a la derrota: "El argumento de la política, es un argumento que le debe interesar a todo aquel que viva en cualquier sociedad organizada", aseguraba hace unos meses. "Todo el mundo tiene una responsabilidad cívica porque todo el mundo es ciudadano y todos tenemos que participar, de una forma o de otra", sostiene este creador que no descarta la posibilidad de presentarse a las elecciones de Panamá en 2019, aunque antes necesita saber "lo que el país quiere".

Su último album, "Salsa Big Band", grabado con la formación que le acompaña en esta gira, obtuvo el Grammy 2018 al "Best Tropical Latin álbum" y el Grammy Latino 2017 al Mejor álbum del año y Mejor disco de Salsa.

Y es que la retirada de los escenarios no significa, en este caso, un cese en sus actividades artísticas, si bien a estas alturas no sabe muy bien por donde decantarse: atesora infinidad de proyectos en la recámara (jazz, Cuba, Brasil, reggae, cine?) a los que todavía medita cómo darle salida.

Camino de los 70 años, en sus conciertos Blades desgrana durante más de 2 horas con una energía arrolladora el que posiblemente sea el mejor repertorio del género. En 2017 iniciaba esta gira de despedida que lo llevará a recorrer Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. Sus conciertos en España el pasado verano fueron una auténtica maravilla, hasta el punto que la prestigiosa revista Rockdelux calificó su show en Barcelona como el mejor del año en nuestro país. Ahora el carismático cantante vuelve para despedirse del público gallego encabezando el cartel de las fiestas del Apóstol 2018...y su Pedro Navaja no le andará lejos de donde suene el son.

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