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Baterías externas

Sustos digitales

El aumento del rendimiento y del tamaño de las pantallas en los móviles ha provocado que las baterías externas sean ya como un apéndice de estos dispositivos, pero conviene estar alerta: una batería de mala calidad puede provocar el desastre

Sustos digitales

Les voy a contar una historia muy veraniega que le ocurrió a un amigo mío. En estos días mi amigo se encuentra veraneando fuera de su lugar de residencia habitual. Al llegar a su destino se dio cuenta de que había dejado en casa todas las baterías externas que le suelen acompañar. Y es que, este amigo mío es un auténtico enfermo de la tecnología que no sabe viajar sin su iPad, su portátil, dos o tres móviles, cámara de fotos, etc. Y lógicamente, semejante arsenal tecnológico le obliga a ir acompañado de varias baterías externas, por lo que nada más aterrizar fue al primer comercio chino que encontró para comprar una con la que cargar sus gadgets en caso de necesidad. No le costó mucho: pagó 6 euros.

Pese a la poca capacidad de la nueva batería, mi amigo pensó que al menos tendría algunos amperios que echarle al móvil. Pero pronto se arrepintió de la compra. Estando mi amigo en la playa, tostándose al sol cual sardina en una parrilla, un intenso olor a quemado comenzó a acariciar sus pituitarias. El humo que salía de la recién estrenada batería confirmó sus sospechas: algo estaba ardiendo, además de su enrojecida espalda.

Rápido de reflejos, mi amigo desconectó el cable de carga del teléfono y de la batería externa. Todavía con el susto en el cuerpo vio que la batería se había sobrecalentado y por poco no acabó ardiendo, junto con el smartphone que cargaba.

Con nostalgia, mi amigo recordó que en casa se había quedado la mastodóntica HP Powerbank USB-C -170 e- (1) de 20.100 mAh, capaz no solo de cargar varios móviles y tabletas, sino de hacer lo propio con un ordenador portátil. También se acordó de la enorme P ower Station XXL de Mophie -150 e- (2), cuyos 19.500 amperios pueden cargar todo lo que le eches. Allá, en casa, se quedó la muy asequible Trust USB-C -40 e- (3) que con 10.00 mAh. podía darle varias vidas a sus teléfonos móviles. Lejos, en el hogar, se quedó también la diminuta Energy Sistem Yall Edition -17 e- (4), cuya autonomía es más que suficiente para cargar por completo cualquier móvil.

Nunca, jamás, ninguna de esas baterías -incluso trabajando en las condiciones más extremas- se habían sobrecalentado. Moraleja: en cuestiones de amperios, lo barato puede salir caro. Carísimo.

P.D: Si se lo pregunta, ese amigo no soy yo. Yo nunca me olvido de nada... Ejem...

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