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Playa o montaña? y juegos de mesa

Los aficionados a los juegos de mesa no renuncian a sus partidas de verano. Y los que desconocen el universo de los juegos de tablero pueden aprovechar el asueto para descubrirlos

Algunos elementos de estos "Party Games".

Existe una expresión, "juegos de piscina", que se adapta perfectamente a este artículo. Llega el buen tiempo y uno o una ya no está para quedar en salones cerrados, clubs de juegos o casas de amigos a consumir tardes -de calor- jugando a juegos de tablero. No parece que apetezca, pero sí cabe el reservar en la mochila, entre el protector solar y las toallas, espacio para algún juego ligero, divertido, pequeño y practicable hasta en la playa.

Existen numerosos juegos ágiles que se juegan generalmente con unas pocas cartas (esto es, apenas necesitan espacio y basta una pequeña superficie en torno al grupo para poder practicarlos) y cuyas partidas duran diez, quince minutos. No más de media hora. Otra característica de este tipo de "juegos de fiesta" ("Party Games" se los llama, efectivamente, o fillers, "de relleno", no hace falta explicar más) es que admiten un número de jugadores elevado, para incorporar a cuanta más gente mejor. Imagina una escena post picnic, o entre sombrillas de playa o en las tardes de verano tras disfrutar de una buena siesta. Ahí, si el quórum es propicio, sacas un juego pequeño como una cajita de caramelos, y repartes unas cartas, de un pasatiempo cuyas reglas son dos o tres párrafos. Y a disfrutar.

Uno de los más conocidos es el "Dobble" (editado por Asmodee), un juego de baraja que admite hasta ocho jugadores y en el que lo que importa es la agudeza visual y la velocidad de reflejos para emparejar conceptos. En su misma línea acaba de salir un juego "muy de verano", "Picnic" (Devir). Una lata pequeña y colorida encierra una baraja redonda, como la de Dobble, en la que tenemos alimentos muy propios de, pues eso, un picnic. El juego es de emparejar conceptos en una escalera y hacerlo antes que los demás jugadores. Un divertimento de velocidad, agudeza visual y reflejos que genera momentos de divertida histeria y bloqueos irreparables por la risa nerviosa. Admite hasta seis jugadores? aunque no hay demasiadas razones para que puedan jugarlo algunos más: todo consiste en repartir una mano e intentar deshacerte de ella haciendo coincidir objetos y escaleras numéricas.

Por su parte la editorial MasQueOca ha, recientemente, establecido un acuerdo para publicar en España los juegos de la casa alemana Pegasus Spiele. Ya han publicado un número de ofertas, de la que podrían destacar también para estas fechas de esparcimiento "¿Qué llevo en la maleta?" y "Gusabiondo", que se editan precisamente en estos días de julio. Nuevamente caja minúscula, y cartas más pequeñas aún, ¡de tan solo siete centímetros! La gracia de ambos juegos es que combina la agilidad de un Dobble con la inventiva y el vocabulario. Se juegan (cada uno con sus reglas específicas, ofreciendo experiencias hermanables pero muy diferentes) como un reto de encontrar palabras con letras. Adaptando significados que son propuestos, en el caso de "Gusabiondo", o interpretando sencillos iconos en "¿Qué llevo en la maleta?". Con una sencillez de reglas enorme, el primero propone un rato de ingenio y ligera concentración, cuando por ejemplo te invita a decir una palabra que signifique "Algo hecho de piedra", "Verduras" o "Algo blanco" con unas pocas iniciales concretas, que serán las cartas de tu mano. O bien deberás asociar, en "Qué llevo en la maleta", iconos sencillos (como un coche, una campana, una flecha o un televisor) con conceptos.

Memoria, reflejos e imaginación que, bajo una buena sombra, pueden deparar tardes memorables, y familiares, ya que este tipo de "Party" son perfectamente jugables con niños a partir de ocho años.

Para otras edades hay también juegos como "Timeline" (Asmodee) en el que recibes una mano de cartas (de ilustraciones muy vistosas) con sucesos históricos que has de bajar a la mesa cronológicamente. Muy divertido, cuando, por ejemplo, tienes que decidir si el jueves negro es anterior o posterior a la primera computadora. Un juego que convierte el mecanismo aburrido del sabiondo trivial en una simpática competición de barajas (hay conceptos bastante simpáticos como cuál es la fecha de la domesticación del perro, o del nacimiento de los dibujos animados. La gracia es que el éxito de Timeline ha permitido la aparición de numerosas expansiones, esto es, versiones enfocadas a música y cine, inventos, ciencia y hasta el universo Star Wars.

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