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Capricho de la naturaleza

El monte Louro emerge entre el mar y la laguna como fiel guardián de la ría de Muros y Noia. Este espacio protegido añade a su belleza natural una excepcional biodiversidad

Como si fuera un capricho de Neptuno o de algún ser mágico, el monte Louro parece emerger directamente del mar con sus dos características cimas de granito que lo coronan a 241 metros de altura. Al pie de este portento natural está la laguna de As Xarfas, encerrada por la blanca lengua de arena de la playa de Area Maior, también llamada playa de Louro. Este espacio protegido, dentro de la Red Natura 2000, sintetiza lo mejor de la costa gallega: dunas, marismas, playas y lagunas.

El Monte Louro y el humedal se sitúa entre los concellos de Carnota y Muros. El parque ocupa 1.161 hectáreas, de las cuales 491 son de aguas marinas. A su riqueza botánica y faunística suma el ser punto de Interés Geológico de importancia nacional. Muy cerca están las playas de Ancoradoiro y de Area Maior, la que encierra con su cordón de dunas la laguna de Louro.

Cerrada al mar por las dunas, el humedal de As Xarfas o de Louro cuenta con su propia leyenda, que habla de una ciudad sumergida cuyas campanas repican cada noche de San Juan. Misteriosa y bella, es Lugar de Importancia Comunitaria y Zona de Especial Protección para las Aves. Aquí anidan especies como el ánade real, el zampullín chico o el rascón. También escogen este lugar para invernar la garza real o el porrón común.

Entre las diversas catalogaciones de Monte Louro se encuentra la de ser Reserva Marina de Interés Pesquero promovida por la Cofradía de Lira (Carnota), una de las pioneras en Galicia del turismo marinero y en la revalorización de la pesca artesanal.

Además de ofrecer unas magníficas vistas desde sus cumbres, este mítico monte cuenta con una dilatada historia, en la que jugó un importante papel defensivo cuando la piratería acechaba las costas. Hubo una capilla, garitas y sigue el faro de Punta Queixal avisando a los navegantes en una de las zonas costeras con más tráfico marítimo.

Tras pasar un día en las magníficas playas del espacio natural como la de Louro o la de Ancoradoiro son muchas las posibilidades, desde visitar Muros y descubrir su conjunto histórico a pasar un tiempo en el mar con las cofradías de Lira. La propia parroquia de Louro cuenta con numerosos atractivos como los cruceiros, el convento de los padres franciscanos o el vía crucis que asciende al monte.

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