Son pequeños en tamaño pero grandes en sabor. Tradicionalmente no se cultivaban, sino que crecían en arbustos silvestres, de ahí su nombre genérico de frutos del bosque o frutos rojos, aunque no todos lo sean. En el verano están en su mejor momento y están llenos de propiedades nutritivas y saludables.
Son perfectos para consumir frescos, con un delicioso sabor entre dulce y ácido. Se pueden degustar solos o como acompañamiento de yogures y batidos, pero también como ingrediente en tartas, magdalenas, bizcochos, galletas o helados. Son muy habituales para elaborar mermelada y confitura, y como materia prima de salsas por su paladar agridulce, especialmente carnes de caza. También pueden ser la base de vinos y licores.
En el grupo genérico de frutas del bosque se pueden incluir gosellas, moras, arándanos, endrinas, madroños, frambuesas, fresas, fresones, cerezas, ciruelas, uvas? Frutas coloreadas de gran valor nutricional, puesto que gracias a su alta composición en antioxidantes, son buenos aliados para ayudar a reducir el colesterol y luchar contra los radicales libres, esos elementos que propician el envejecimiento celular. Son nutritivas debido a su elevada cantidad de fibra alimentaria, vitaminas, especialmente la C, la provitamina A o el ácido fólico y minerales como el potasio, el magnesio o el calcio.
España es toda una potencia en frutos rojos -con Huelva a la cabeza- aunque no tenga larga tradición en su consumo, no así en el resto de Europa, especialmente en Inglaterra. El mercado demanda cada vez más estos productos, y Galicia se ha sumado a las posibilidades que ofrecen frambuesas, grosellas, arándanos, moras y otras bayas.
En el sur de Pontevedra, los comuneros de la parroquia gondomareña de Couso han sido pioneros en destinar más de 1,6 hectáreas de monte al cultivo de frutas silvestres: frambuesas, arándanos y grosellas. Comenzaron en 2015 -también con un vivero de setas shiitake- y ya van varias cosechas colocando su producto ecológico en un mercado de proximidad. El propósito es avanzar en la multifuncionalidad del bosque para convertirlo en una fuente de recursos que a su vez genere empleo.
Además, Galicia destaca con fuerza en el sector de arándanos. La mayor plantación del norte de España está en el municipio coruñés de Cerdido, donde se encuentra la empresa Horticina, donde tiene unas 85 hectáreas en producción. Este año, de Cerdido saldrán unas 400 toneladas de arándanos con destino al mercado nacional y también a los países del norte de Europa y al Reino Unido.
