El que fuera director de "Los lunes al sol" (2002) destaca que eran necesarios dos actores excepcionales para interpretar a estos personajes, "tan extremos en sus luces como en sus sombras, los dos en carrera abierta hacia sus abismos respectivos. Y reflejar el carisma y la adicción, pero también el horror y la violencia, la locura que habitó su relación".