Ya no hay vuelta atrás: el futuro de la automoción es autónoma. Tal y como le anunciamos en el titular de hoy, su próximo coche no lo conducirá usted, sino que se conducirá a sí mismo.
Los coches que van solos, eso que tanto hemos visto en las películas de ciencia ficción, tiene mucho de ciencia y muy poco de ficción ya que el vehículo que ese coche existe, ya circula por las carreteras y tan solo faltan unos flecos para que se pueda comercializar. Y usted ir a comprarlo a cualquier concesionario. Están tan cerca que algunos fabricantes ya han avisado de que en 2020 sacarán sus primeros modelos. Otros lo harán en 2021. Y a partir de ahí, el conducir con nuestras propias manos se convertirá en una reminiscencia del pasado, otra historia del abuelo cebolleta.
Pero, ¿cuánta tecnología hay en los coches de hoy en día, en los de 2017? Para comprobarlo nada mejor que probar a fondo uno de los más avanzados vehículos que existen, con casi todas las tecnologías de ayuda a la conducción que un coche puede tener a día de hoy.
El elegido fue la última versión del Audi A4 Avant, un coche que, como suele pasar con cualquier dispositivo tecnológico, ya se ha quedado obsoleto por culpa de su hermano mayor, el nuevo Audi A8. Ver para creer...
Pero es algo normal en el mundo de la tecnología. Si cada año el último móvil, televisor o tableta que sale al mercado deja obsoleto al de hace unos pocos meses, ya nos podemos ir acostumbrando a que algo similar ocurra con los coches. Cada mes que pasa, algún fabricante anuncia un nuevo avance tecnológico en alguno de sus vehículos. Mercedes-Benz, BMW y Volvo tienen ya tecnologías sorprendentes. Y no siempre son marcas de gama alta. Ford ya dispone de prototipos autónomos, y Nissan, con su renovado eléctrico Leaf, ha puesto en circulación un coche muy avanzado en conducción autónoma.
El futuro ya rueda
Cuando hablamos de conducción autónoma hablamos de un coche que conduce solo sin interacción humana. Este avance tecnológico se divide en cinco categorías, siendo la quinta el vehículo 100% independiente. El coche que probamos está en el nivel 2 al tener varias funciones autónomas.
Esas funciones actúan sobre la velocidad y la dirección, entre otras cosas. Así, por ejemplo, podemos indicarle al vehículo que conduzca en la autopista sin nuestra ayuda. El vehículo mantiene en todo momento la distancia con el coche de delante, frenando y acelerando cuando es necesario. El propio asistente actúa sobre el volante girando y tomando las curvas -incluso a velocidades altas-, pero debido a que está prohibido soltar el volante mientras conducimos probamos esta funcionalidad en un circuito cerrado. Y funciona sorprendentemente bien. Y sin fallos.
Una de las grandes ventajas de este sistema semi autónomo lo encontramos en un atasco. El coche se movía a la par que el vehículo que nos precedía: si el de delante avanzaba, nosotros avanzábamos; si frenaba, frenábamos. Y en ningún momento teníamos que intervenir ni sobre el acelerador ni sobre el freno. Él solito se adaptaba al tráfico.
Sistemas de aparcamiento autónomo tanto en cordón como en batería, localización del vehículo a través de una app -para iPhone y Android- o monitorización del coche a través del móvil son algunas de las maravillas que estos nuevos medios de transporte nos ofrecen hoy en día.
Pero lo mejor está por llegar en los próximos meses. Kia, Ford, Audi y Mercedes-Benz entre otras ya están probando coches de nivel 5. Y marcas como Intel, Apple, Qualcomm o nVidia ya prueban sistemas de inteligencia artificial para que los coches vayan solos. El fin de los accidentes y los atascos están a la vuelta de la esquina, y en 2020 empezaremos a verlo.
