Maluma cabalga sobre la polémica

El espectáculo de Maluma viene arropado por un escenario armado por 150.000 vatios de sonido e iluminación, y "una pasarela de luz que une e integra todo el montaje con pantallas LED que muestran esas novedosas imágenes de vídeo y que convierten el show en una auténtica experiencia", según detalla la organización. El cantante viene con su banda habitual de directo, con guitarra, batería, dj, coristas y un cuerpo de baile con seis bailarinas.

En su concierto en Las Palmas, el segundo de su gira española, la semana pasada, se pudo ver un montaje escénico caracterizado por una explosión lumínica, cañones de confeti, visuales con el rostro de Maluma, una enorme "M" con corona que le sirve de logotipo corporativo, el grafismo de su segundo álbum, Pretty Boy, Dirty Boy, de 2015.

Borro Cassette y Sin contrato fueron la tarjeta de presentación del colombiano, que mantuvo la pista caliente con Desde esa noche y preguntó "¿Dónde están las señoritas solteras?", para interpretar Vente Pa Ca y Me llamas, original de los colombianos Piso 21. Bajó el tono con La invitación y antes de Vuelo hacia el olvido buscó entre público a una joven de 25 años que subiría al escenario para fundirse en un abrazo con su ídolo. Él le dedicó la canción.

La traca final fue en automático y satisfizo a los miles de fans -mayoritariamente chichas- que acudieron a su llamada: La temperatura, Chantaje, La bicicleta, Party animal y Carnaval. Sabio que es, dejó para el cierre Felices los 4 y 4 Babys, por si alguien las echaba en falta.

Dos discos en el mercado, Magia (2012) y Pretty Boy, Dirty Boy (2015), y un puñado de singles de impacto planetario, hábil colaborador con artistas de la talla de Ricky Martin, Shakira, Carlos Vives, Elvis Crespo, Thalia, Don Omar o Nicky Jam, y rompe récords en las redes sociales con más de 20 millones de seguidores e igualmente fenómeno de reproducciones en Youtube, donde los visionados de sus éxitos superan los 5.000 millones.

Números de vértigo para un artista escorado a los sonidos urbanos, donde predominan las bases rítmicas del reguetón y derivaciones de este género, con retazos de pop latino y por supuesto de trap. Y todo ello con un abanico de influencias, que según revela el cantante, conducen a Justin Timberlake o Jay Z, y artistas de su órbita como Daddy Yankee y Wisin & Yandel.

La fama tocó pronto a las puertas de Maluma. Nació un 28 de enero de 1994 en Medellín. Tiene 23 años y nada de lo que le ha ocurrido en los últimos años estaba entre sus previsiones cuando decidió que el fútbol no era lo suyo y que el futuro seguramente le iba a deparar otros triunfos mayores.

Y así fue. A los 15 años ya mostraba maneras y como quiera que en la familia no sentó bien que el joven futbolista colgara las botas para buscarse la vida en la música, en particular en el boyante reguetón que azotaba el mercado latino, hizo falta que metiera la cabeza en un estudio para que al tiempo, y con productores que vieron a un artista en construcción, comenzara a marcar territorio.

Piezas como Farandulera y Obsesión, de 2011, fueron sus cartas de presentación en el mercado colombiano. Y la discográfica Sony le echó el ojo para que al año siguiente lanzara su primer álbum con el título de Magia. Eran los primeros 46 minutos del estreno musical de Maluma. A partir de ahí, todo comenzó a ir muy deprisa y su cotización y popularidad comenzó a despegar a la par que las ventas.

El que fuera artista revelación latino con Grammy incluido ya prepara un tercer álbum en el que apuesta por el inglés. Es el huracán Maluma, que esta noche azota Galicia.

Maluma y machismo, ¿la excepción?

• "Prefiero verte muerta que con otro hombre". La frase, aunque genere sospresa a más de uno, no aparece en ninguna canción de Maluma. Forma parte de un tema firmado por una de las grandes bandas de rock de la historia, tal vez la más reconocida en todo el mundo: The Beatles. Ese fragmento, incluido en Run for your Life, lleva el sello de John Lennon y acompaña a otros de carácter machista que aparecen en la misma composición -"corre por tu vida, niñita, si te atrapo con otro hombre será el fin, niñita", por ejemplo-. El ruido que acompaña a Maluma, por el tono machista de algunas de sus letras -poco se discute, sin embargo, por su calidad-, no es un género novedoso dentro de la industria musical. Al artista de Medellín le han señalado por las letras -sobre todo- de dos canciones: 4 babys y Felices los 4. En la primera de las composiciones, el colombiano canta a los cuatro vientos que "estoy enamorado de cuatro babies, siempre me dan lo que quiero, chingan cuando yo les digo, ninguna me pone pero". En la segunda, más reciente, Maluma entona a ritmo de trap que "si conmigo te quedas, o con otro tú te vas, no me importa un carajo, porque sé que volverás. Y si con otro pasas el rato, vamos a ser feliz, vamos a ser feliz. Felices los 4". Sin caer en comparaciones que no se resisten -por una cuestión de calidad-, las letras de Maluma confirman un axioma: el mundo de la música -pop, rock, etcétera- es machista. Entre el repertorio de los Beatles hay más letras de corte misógino, tanto entre las que firmó Paul McCartney como las que llevaban el sello de Lennon -que en una entrevista en "Playboy" llegó admitir que utilizó la violencia física contra sus parejas-. "Solía ser cruel con mi mujer, la golpeaba y la alejaba de las cosas que amaba", cantaba Macca en Getting Better, incluida en el disco Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band. En Every Breath You Take, probablemente el tema más conocido de The Police -la banda liderada por Sting-, la mujer aparece como un objeto a poseer. "Cada aliento que tomes, cada movimiento que hagas, cada atadura que rompas, cada paso que des, te estaré vigilando. Todos y cada uno de los días, y cada palabra que digas, cada juego que juegues, cada noche que te quedes, te estaré vigilando. ¿No ves que me perteneces?" Dentro del rock, las letras de dos clásicos giran alrededor de algo tan macabro como el asesinato. "Voy a dispararle a mi mujer, sabes que la encontré con otro hombre", cantaba Jimi Hendrix en Hey Joe, mientras que Guns N' Roses, en I used to love her, narraban una historia en la que el protagonista admitía que "la amaba, pero tuve que matarla, tuve que ponerla seis pies bajo tierra, y todavía puedo oírla quejarse". En la música española, un repaso presenta canciones que de ser publicadas ahora provocarían un escándalo. "Quiero verla bailar entre los muertos, la cintura morena que me volvió loca, lleva un velo de sangre en la mirada, y un deseo en el alma, que jamás la encuentre. Sólo quiero que una vez algo la haga conmover. Que no la encuentre jamás o sé que la mataré", cantaba Loquillo durante los años 80 en La mataré. Los Ronaldos, con Coque Malla al frente, también tienen entre su repertorio una composición que hoy no pasaría el corte. "Tendría que besarte, desnudarte, pegarte y luego violarte hasta que digas sí" forma la segunda estrofa de Sí, sí, tema firmado por la banda madrileña. Tampoco pasaría desapercibida estos días Las tetas de mi novia, una canción de Siniestro Total que arranca con una afirmación que ahora armaría un señor revuelo: "Las tetas de mi novia tienen cáncer de mama". En plena dictadura franquista y con el inglés como herramienta para superar la censura, Los Canarios de Teddy Bautista alcanzaron el éxito con Get on your knees. "Vamos nena, ponte de rodillas y ora por tu amor". Y, con esas intenciones, ese tema quedaría encasillado en la parte de lo políticamente incorrecto junto a 4 babys de Maluma.