Victoria es una abogada que, como refleja el título en inglés de la película, en el pasado tenía la costumbre de llevarse bastante trabajo a la cama y ahora tampoco es ajena al influjo del mueble, aunque no le dé las respuestas que busca. La película arrasó en Francia y cuesta entender que un país que fabrica comedias aceptables y sofisticadas sin despeinarse sea seducido por un producto irregular como este, por más que se esfuerce en evitar clichés, ser ingenioso y elevar a su protagonista al rango de superheroína por unir Derecho e hijos. Lo del psicoanálisis ni se explica y solo cabe pensar: "Si Woody Allen asomara la cabeza..." Menos mal que el dálmata pone las cosas, y las risas, en su sitio...
Los casos de Victoria