Traficante. Confidente. Patriota. Así definen a Barry Seal, el piloto de la mayor aerolínea de Norteamérica, la TWA, que llegó a introducirse en el narcotráfico mano a mano con Pablo Escobar y acabó como infiltrado para la CIA en una de las mayores operaciones encubiertas de la historia de los Estados Unidos. Nadie ha oído hablar del que fue uno de los hombres más ricos del país anglosajón en los años ochenta. Pero su historia es real y se cuenta con todo detalle en "Barry Seal: El traficante", película que reúne al director Doug Liman ("El caso Bourne", "Sr. y Sra. Smith") y al actor Tom Cruise ("Misión Imposible", "Minority Report") después de "Al filo del mañana" (2014).
Cuando Barry Seal se ve involucrado en el trabajo de un oscuro departamento gubernamental, pasando cajas llenas de AK-47 y de cocaína, ganará una verdadera fortuna con su importante papel en el asunto de la Contra iraní. Su labor incluye desde intercambiar armas por rehenes, hasta entrenar a soldados para capos centro y sudamericanos, Barry se convierte en un héroe inesperado que trabaja contra el sistema. Pero, ¿cómo conciliar el sueño por la noche? No pasa nada, todo es legal siempre que trabajes con los buenos (o al menos eso le repiten al oído).
El absoluto protagonista de este filme tuvo un papel muy relevante, en la vida real, en el escándalo que ensombreció los ocho años de mandato de Ronald Reagan en Estados Unidos. Representa la historia de éxito norteamericana por antonomasia. Aprovechaba cualquier situación para ganar dinero pero a la vez parecía un inofensivo hombre hogareño que lograba caer bien a todo el mundo.
Fue reclutado para vigilar a comunistas en Centroamérica y acabó entregando armas a los rebeldes que luchaban contra el comunismo. La guerra que libraba Estados Unidos contra las drogas y contra el comunismo tenía dos frentes, y Barry Seal los conocía a la perfección. "Era un oportunista nato y volvía de Centroamérica en un avión vacío", asegura el director de la cinta, Doug Liman.
"Si hacía falta entregarlo al día siguiente y era ilegal, nadie mejor que Barry Seal. Al transportar armas ilegalmente bajo el manto de la CIA, podía entrar y salir del país con suma discreción. No tenía sentido volver de vacío, y acabó trabajando para el gobierno de Estados Unidos y el cartel de Medellín a la vez sin que ninguno de los dos lo supiera. Jugó con ambos y amasó una fortuna enorme en poco tiempo, pero el dinero no era lo importante para Barry. Lo hacía porque era un reto, se sentía vivo y, sobre todo, porque volaba", añade el director.
La cinta, que se estrena hoy en España, dejó unas críticas dividas en su estreno en Estados Unidos. Los expertos lamentan que la cinta no arriesgue pero destacan la interpretación de Tom Cruise, que vuelve con uno de esos papeles en los que se vuelca desde el principio, y lo hace el mismo año en el que rueda "Misión Imposible 6", donde ya ha sufrido un par de percances por su manía de protagonizar todas las escenas de acción que le corresponden a su personaje.
El actor reconoce que se sintió atraído por la historia porque nunca había conocido a nadie como al personaje que interpreta en este filme. "Mark Twain es uno de mis escritores favoritos. Creo que hay mucho de él en el guion de Gary Spinelli", explica Cruise. "Barry Seal vivió en una época única que nunca volverá, ni para la aviación ni para la historia en general. Tuvo una vida llena de aventuras inverosímiles, cuesta creer que pudo pasarle todo esto. Fue un personaje que cruzó la Historia. Parece casi demasiado extravagante para ser verdad, y hoy en día sería totalmente imposible", destaca el intérprete de cincuenta y cinco años.
