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La ciudad del doncel

Es villa monumental de dilatada e importante historia. Crisol de culturas, descubrir la riqueza patrimonial de esta ciudad de Guadalajara, cuna del famoso Martín Vázquez de Arce, es un viaje por la línea del tiempo

La catedral de Santa María, todo un compendio de arte. // Turismo Sigüenza

Su visita supone un intenso viaje por la historia. De la Plaza Mayor a la catedral o el castillo, requiere tiempo para conocer sus calles y disfrutar de su encanto medieval, lleno de monumentos, palacios y conventos que hablan de un largo pasado. La ciudad del Doncel -Martín Vázquez de Arce- es arte en estado puro, rodeada además de una magnífica naturaleza como el Parque Natural del Barranco del Río Dulce.

Se puede comenzar la visita a esta villa de Guadalajara partiendo de la Plaza Mayor, levantada por orden del cardenal Mendoza, uno de los principales mecenas de la población. Se trata de un bello espacio porticado rodeado de palacios y magníficos edificios como el del antiguo Hospicio o el de la Inquisición.

Existen visitas inexcusables como la casa donde vivió Don Martín, el célebre Doncel de Sigüenza muerto en la guerra de Granada. Su fama y memoria no se deben a sus grandes gestas, sino a la particularidad de su enterramiento. De finales del gótico (1486) y cincelado en alabastro, su sepulcro está en la capilla de San Juan y Santa Catalina de la catedral seguntina. La obra escultórica destaca por representar a este personaje recostado sobre un codo y sereno leyendo un libro, en lugar de la postura yacente, como se acostumbraba en este tipo de trabajos funerarios. El sepulcro del Doncel reposa en la magnífica catedral de trazos románicos, góticos y platerescos.

Sus calles de trazado medieval descubren numerosos rincones que hablan de otros tiempos en los que Sigüenza fue un importante enclave defensivo y sede episcopal. El palacio de la familia de los Gamboa alberga el Museo Diocesano, que muestra importantes obras de arte entre las que destacan cuadros de la talla de la Anunciación de El Greco o la Inmaculada Concepción de Zurbarán.

Igual de sugerente es el punto en el que nació esta villa, el castillo, antiguo castro celtíbero, fortaleza romana, alcazaba y, tras varias transformaciones, desde hace tiempo parador nacional de singular encanto que ofrece numerosas opciones como ciclos de conciertos, exposiciones o jornadas gastronómicas. La villa tienta con muchos otros encantos, como el convento de Nuestra Señora de los Huertos o la ermita del Humilladero. A muy pocos kilómetros está el Parque Natural del Barranco del Río Dulce, un mágico espacio protegido donde los caprichos del agua y de la roca forman curiosas formas. Declarado parque en 2003, ya antes Félix Rodríguez de la Fuente lo había dado a conocer en televisión a través de varios capítulos de la serie "El hombre y la tierra".

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