A Víctor Coyote le fascinaron los "cons" de A Illa hasta tal punto que han provocado su como artista plástico en bastante tiempo. Su faceta como diseñador gráfico es conocida por los carteles que idea para sus conciertos, así como por el material para sus discos. "Me llamaron la atención como objetos y quise hacer algo con ellos. Los descubrí el verano pasado y en primavera me fui unos días hasta Arousa para pintarlos y hacer unas fotos", cuenta.
Los "cons" son formaciones rocosas erosionadas con el paso del tiempo por el mar y el efecto del viento. Algunos son tan reconocidos entre los vecinos que tienen hasta sus propios nombres: el "con do cocodrilo", el "con de tres pés" y el "con do navío", desde donde veían llegar los barcos a la isla, entre otros.
La exposición, "A liña de cons", se podrá ver la próxima semana, de lunes a viernes, en la sala de exposiciones del auditorio municipal de A Illa. "Son veinticuatro dibujos de tinta utilizando técnicas japonesas, la mayoría en blanco y negro aunque alguno tiene colores suaves", explica Coyote.
Es una iniciativa que se enmarca en el festival "O Mar nunha flor" que organiza Uxía Senlle junto a otros artistas como Carlos Blanco y que se celebra durante toda la semana. La noche del jueves, a las 21.00 horas, Coyote dará un concierto en el auditorio municipal junto al batería Ricardo Moreno y con la colaboración del guitarrista de Tui, al igual que el propio Coyote, Lucas Fernández. "Será una actuación basada en los temas de mi último disco "De pueblo y de río" pero también habrá hueco para tocar alguno de los temas antiguos, incluso alguna canción de Los Coyotes -pero pocas-", señala.
"Nunca he sido un tío que haya vendido muchos discos ni que haya tenido mucha fama", reconoce Coyote, protegido así de vivir de su pasado como líder de Los Coyotes. "La gente joven ahora, o son muy aficionados a la música, o no me conocen. Es una ventaja porque si fuera Hombres G me vería obligado a tocar determinadas canciones... aunque también tendría la cuenta corriente más abultada", añade.
La nostalgia en sí misma no es un caballo de batalla para Coyote, que prefiere los horarios de diseñador a los de músico ("soy más diurno que noctámbulo"). "A mí la nostalgia no me importa nada pero cuando sobrepasa el 15% se me disparan las alarmas y empiezo a pensar que estoy viviendo en el pasado. Y eso no me gusta", asegura.
Básicamente el 15% de sus conciertos pueden ser de temas del pasado. "Lo acepta, lo toco con gusto y no pasa nada", dice. El viernes (día 28) se irá con su música a Boiro. Está preparando canciones nuevas. El objetivo es encerrarse a grabar a finales de año para presentar disco en 2018.
