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Mario Vaquerizo: "La muerte de mi hermano me cambió el carácter"

Con la excusa de que acaba de publicar disco con Nancys Rubias, "Marcianos Ye-yés", VISADO habla con el marido de Alaska, cuya agenda echa humo

Nancy Rubias, con Mario Vaquerizo a la izquierda y su hermana Marta, de negro. // Juan Gatti

Lo que empezó casi como una broma hace 13 años se ha ido consolidando. Lo nuevo de Nancys Rubias, que incluye una versión de Baccara ("Yo sí bailo (Yes Sir, I can boogie)"), cuenta con la colaboración de Guille Milkyway (La Casa Azul) como autor y productor de tres canciones, y las letras las sigue firmando Nacho Canut, de Fangoria. "Seguimos con la actitud lúdica pero nos hemos tenido que ir profesionalizando, porque en el fondo te están pagando por ello, y muy bien -admite Mario Vaquerizo-. Eso no significa que antes no nos lo tomáramos en serio. Somos dueños de nuestra propuesta musical. Pero nunca pretendimos vivir de la música hasta hace dos años, cuando en una entrevista me lo replanteé". Para que luego digan que no son útiles las entrevistas.

- El nuevo álbum se titula "Marcianos Ye-yés". ¿Te gustaría ser abducido?

-Me gusta toda la parafernalia y la memorabilia de los ovnis, los archivos secretos, la CIA... Creo en todo, aunque no lo haya podido demostrar. Pero a mí me gusta mucho esta vida y el planeta Tierra. Si me abdujeran y me devolvieran a las 24 horas, pues mira, conocer cosas nuevas no está mal. Abducción, sí; secuestro, no. Si me abducen marcianos que cantan "Gabba gabba hey" significaría que hablamos el mismo idioma. Bueno, nosotros mismos somos marcianos.

- ¿Cómo?

-Somos marcianos porque somos muy underground, por la estética, por la propuesta... A la vez somos muy mainstream, damos entrevistas a todos los medios, hacemos playbacks en televisión, actuamos en festivales. Por otro lado, nuestras canciones no salen en las radios. El "Me encanta" jamás sonó en ninguna radio comercial. Somos marcianos, estamos en un limbo maravilloso.

- ¿No os habéis planteado tocar instrumentos de verdad y dejar de hacer playback? Debe de ser aburrido simular que se toca.

-Eso se lo tendrías que preguntar a mis compañeros, sobre todo a Juan Pedro [Nancy Travesti], el pobre. Porque Marta [Vaquerizo, Nancy O] hace coros. Y yo, aunque lleve todas las bases grabadas, canto en directo. Para mí no es aburrido. Y si quisiera podría tocar un instrumento. No es la genialidad de componer una canción, como hace Guille Milkyway o Mauro Canut; o poner letras a las canciones, como Nacho Canut. Eso no puedo hacerlo porque Dios no me lo ha otorgado, pero si quisiera tocar la guitarra, la batería o el teclado me pongo a ello y lo consigo, es cuestión de echarle horas. No hemos pretendido engañar a nadie. Playback hacemos en las televisiones, pero en los conciertos las voces son en directo.

- En tus movimientos sobre el escenario pareces un cruce entre Joey Ramone e Iggy Pop.

-Son referentes, por supuesto [Vaquerizo hace de Joey Ramone en la banda de tributo Ramonsters]. Y también te recordaré a Raffaella Carrà. Soy un personaje muy ecléctico. Viene de mi forma de ser, que no es fundamentalista, ni sectaria, ni corporativista. Me gustan a la vez Raphael y los Horrors, que son antagónicos. Los que citas son referentes como también Lux Interior, de los Cramps; David Bowie; Paul Stanley, de Kiss... También está Blondie y el heavy metal más atronador de Motörhead.

- Una de las canciones de este álbum, "Trabajando en la sana", es un homenaje a Motörhead.

-Claro, es que Motörhead nos encanta. Es un homenaje y una copia. No hacemos nada nuevo. En el primer disco homenajeábamos ya a las New York Dolls. Y pintarse y llevar tacones ya lo hizo Bowie, David Johansen de las New York Dolls, Tommy Lee de los Motley Crue... Quizá la gente se sorprenda porque no conocen esas cosas o no tienen esas referencias, que no es ni mejor ni peor. Para nosotros el pop y el rock va unido al espectáculo. No hacemos canción protesta. Nos preocupamos por la imagen y de hacer portadas maravillosas, por lo menos maravillosas para nosotros.

- ¿Por qué Guille Milkyway te llama "la Beyoncé del indie"?

-Porque dice que canto muy bien. Beyoncé es la más reconocida pero no es indie. Y yo soy muy reconocido, tengo una proyección mediática muy grande, canto bien, como Beyoncé, pero tengo una parte independiente o underground. Recurrimos a Guille porque llegó un momento en el que las canciones que nos ofrecían Mauro [Canut] y Juan Carlos [Moreno] no nos convencían. Que no toquemos no significa que nosotros no cantemos las canciones que queramos. Aprovechando la relación que tengo con Guille por Fangoria le pedí canciones. Y a Guille apenas le conozco, le he visto tres veces en mi vida. Cuando grabé las voces en Madrid, las hacía en tres tomas, y Guille dijo: "¡Este tío canta de puta madre!". Tiene una capacidad para componer hits increíble. "Marcianos Ye-yés" se te queda a la primera.

- En la canción "A mí no me la das" hablas de las "supuestas". ¿Quiénes son?

-Es que hay mucha tonta suelta. Es la gente supuesta, que no es sincera consigo mismo, que dice que tiene un blog porque es independiente y porque no le gusta lo comercial ni lo mayoritario, ni le gusta vender discos, porque dice que así la canción deja de pertenecerle a él porque lo popular es lo peor, y eres más cool cuanta menos gente te vaya a ver. Eso es mentira. Te mueres por tener una discográfica que apueste por ti, para tener una buena producción musical. Hay mucha gente que no quiere reconocerlo. Yo ya soy muy viejo y los veo venir. A mí no me la dan. Todo está escrito por Nacho [Canut], que ya tiene el culo pelado. Nacho nos hace trajes a medida, pensamos lo mismo.

- Una canción a vuestra medida es "Alfabeto Nancy". Recuerda bastante al mítico "Suck it to me" de Almodóvar y McNamara.

-Sí, en la forma de interpretar es un homenaje clarísimo a Fabio, que es una influencia. Fabio para mí es Dios, el único genio que conozco en vida. Su mejor obra de arte es él mismo. Es una propuesta que hizo Guille y Nacho le hizo la letra reflejando ese universo común de las Nancys: los Ramones, David Bowie, las cervezas, Elvis, Fabio, Topacio Fresh... Es un tipo de canción que no habíamos hecho, porque es muy high energy, tiene sampleados de forma muy sutil, homenajes a Parálisis Permanente y a Giorgio Moroder... Es total.

- ¿Cómo le va a Fabio McNamara?

-Fenomenal. Está con su pintura, haciendo cuadros maravillosos, y voy una vez por semana a su casa. Está feliz, encantado con toda su reconversión espiritual, que le ha salvado la vida. Sus amigos damos gracias a Dios porque Fabio sigue estando vivo. Estar cinco minutos con él es un aprendizaje que no se tiene en ningún lado. Ayer me mandó un mensaje y es poesía en estado puro.

- ¿Haber perdido a tu hermano y a Susie Pop en estos últimos años te ha cambiado? [La entrevista se produjo antes de la muerte de su amigo David Delfín]

-Sí, sobre todo la de mi hermano, porque fue la primera. Susie [miembro de Nancys Rubias] para mí también era una hermana. Durante una época me cambió mucho el carácter. Me hice más impaciente. Después he vuelto a ser el mismo. Las personas desaparecen cuando se deja de hablar de ellas, y de mi hermano, de Susie y de Bimba [Bosé] hablamos constantemente. Es una forma de tenerles en tu vida. Con la muerte de Susie nos planteamos dejar el grupo. El disco salía dos días antes. Tuvimos que cancelarlo todo. Warner se portó fenomenal. Nacho y Alaska nos dijeron que no podíamos dejar el grupo, y gracias a ellos seguimos. En el fondo somos una "Factory". Dirigen el cotarro los Warhol, Nacho y Olvido, y los demás somos sus "superstars". En nuestros momentos más bajos lo más fácil hubiese sido hacer un dúo con Alaska y no lo hemos hecho, porque no nos ha apetecido. Pero colaboramos en los conciertos: ahora cantamos una canción de los Village People mezclándola con el "Hey boy hey girl" de los Chemical Brothers.

- ¿Sigues estudiando Biblioteconomía?

-Ya no. Intento casar el tiempo, pero no puedo. Hoy me levanté a las 6 de la mañana para escribir la nota de prensa del disco de Merche, que me lo ha pedido. De ahí me he ido al gimnasio, luego me he puesto a repasar la semana porque he estado tres días fuera grabando un anuncio de PortAventura. Después, los phoners [entrevistas por teléfono] de promoción, reunión con mi secretaria para cerrar cosas... Fui muy inocente al pensar que podía ser bibliotecario. Me encantaría ser archivero, documentar y archivar todo mi archivo. Siempre que visito las redacciones de los periódicos me voy al archivo fotográfico y a la hemeroteca. Pero tengo otro problema: soy excesivamente profesional y germánico. Para no ir a clase y sacar sobresaliente, mejor lo dejo. Yo quería volver a tomar apuntes, conocer a los profesores, hacer trabajos, estar con mis nuevos compañeros... Pero tenía que levantarme a las cinco de la mañana y tuve que claudicar.

- ¿No tienes ganas de tomarte de vez en cuando "vacaciones de ti mismo"?

-No tengo esa sensación. No estoy cansado de mí mismo. Aunque sea muy pedante decirlo, estoy muy orgulloso de mí mismo. Me considero una persona muy equilibrada. Tengo un lado muy serio y un lado gamberro. Eso hace que viva en el justo medio, que es donde está la virtud, como diría Aristóteles. Vivo la vida como reafirmación.

- Existe la percepción de que interpretas un personaje.

-Sí, soy consciente de ello, pero no es así. Mira, ahora tengo una obra de teatro con Bibiana Fernández y Manuel Bandera. Interpreto como actor -bueno, como intruso- un papel, sometiéndome a la disciplina de un texto y a no ser Mario Vaquerizo, sino Paco, un tío opuesto a mí, un nómada que tiene mucho morro y que le gusta la India y los porros. Yo soy todo lo contrario a eso: soy muy sedentario, me gusta la propiedad privada, ganar dinero y gastármelo en lo que quiera.

Pregonando vigo"Me gusta mucho la actitud de los vigueses; Vigo es una ciudad muy conectada a las vanguardias"

  • - ¿Cómo era esa historia de que Alaska y tú os enrollasteis por primera vez en Vigo? -¡Sí! Morreándonos nos caímos en el bar de Silvia [Superstar] y Billy [King], en el Black Ball, en el año 99. Ese año yo estaba trabajando en Subterfuge, de promocionero. Estaba haciendo la promoción de "Una temporada en el infierno", de Fangoria. Y ya sabes cómo son las promociones, convives mucho con las personas. Íbamos siempre Nacho [Canut], Alaska y yo. No era un momento muy boyante para Fangoria e hicimos mucha promo. Estás mucho tiempo con una persona y te das cuenta de que te gusta. Te vas soltando, empiezas los flirteos... En Vigo ya dimos rienda suelta. Aprovechando que yo era amigo de Silvia, después de una cena nos fuimos al Black Ball y ese fue el pistoletazo de salida para que los amigos más cercanos ya lo supieran.- Y en Vigo diste el pregón de Carnaval hace un par de años.-Es que Vigo me gusta mucho, es una ciudad muy como Madrid. Me gusta mucho la actitud de los vigueses, la veo muy ecléctica. Vas por Vigo y encuentras bares con ofertas musicales de muchas índoles. Y es una ciudad muy conectada a las vanguardias musicales. Mira las Killer Barbies, con el Dr. Gonzo, Billy y Silvia al frente. Eso en unos años 90 cuando estaba ese indie que se dedicaba a emular -lo digo con todos mis respetos- a Kurt Cobain, dando gritos, sin ninguna puesta en escena. A los Killer Barbies me los descubrió mi hermana Marta en el estreno de la película que hicieron con Jesús Franco. Cuando los vi haciendo versiones de las Ronettes, con esa pedazo de niña que es Silvia, con los colorines y esa actitud tan total... Me hice fan. Que llamasen a las Nancys para unos carnavales, con lo importantes que son en Vigo, y que el alcalde me invitase a dar el pregón... Me encantó.

Pero la gente, cuando va al teatro, no ve a Mario Vaquerizo, sino a Paco.

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