El divorcio de Brad Pitt y los rumores de la influencia en tal situación de su compañera de reparto en "Aliados", Marion Cotillard, resultaron una promoción inesperada para la película, de esas que recuerdan al viejo Hollywood, donde los estudios se inventaban romances entre sus estrellas para perfeccionar sus biografías.
En "Aliados" parece que no fue buscado. Además, el morbo por sí solo puede servir para captar pero no basta para encantar. Con todo, el resultado está en la línea de los últimos largometrajes de Zemeckis: un producto entretenido y con un acabado de calidad. Es manifiesto que quería filmar un clásico con el recurso a una historia que bebe de Hitchcock y de "Casablanca" y que apuesta por belleza e intriga por igual. Sin embargo, cuando se trata de emoción, seguimos echando de menos a "Forrest Gump".