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En el nombre del padre

La celebración de mañana nos lleva a analizar las relaciones paterno-filiales en la historia del rock. La figura del progenitor ha marcado carreras musicales, inspirado canciones e incluso truncado vidas

Eric Clapton no conoció a su padre y fue criado por su abuela.

La relación entre padres e hijos ha estado muy presente en la historia del rock and roll, ya fuera porque no pocos artistas han heredado la vocación musical de sus padres, porque la figura paterna -presente o ausente- ha influido en la carrera musical de los músicos o porque han sido numerosas las canciones inspiradas por ella.

Uno de los ejemplos más célebres de esto último es "Don't cry daddy" ("No llores, papá"), canción grabada por Elvis Presley en 1969, y que fue el single del Rey del Rock después de "Suspicious minds". La letra, de Scott Davis, se refiere a un niño que le dice a su padre, que se ha quedado viudo, que no llore, porque encontrará una nueva mamá. Se cree que Elvis la cantó pensando en sus propios padres. Su madre, Gladys Love, falleció en 1958, cuando el cantante tenía 23 años, dejando viudo a su padre, Vernon, que murió en 1979, sobreviviendo dos años a Elvis.

La ausencia de la figura paterna marcó a dos de los músicos más importantes de la historia del rock: John Lennon y Eric Clapton. Se ha escrito que esa carencia común fue uno de los motivos de su amistad.

Hijo de Alfred Lennon, un marino mercante de origen irlandés, John Lennon sufrió de muy niño la separación de sus padres. Cuando aún no había cumplido los cuatro años, su padre desapareció, y un par de años después quiso llevárselo con él a Nueva Zelanda. Después de una fuerte discusión con la madre de John, Julia, Alfred obligó al entonces niño de cinco años a escoger entre ambos padres. El futuro "beatle" eligió a su padre dos veces, pero luego se echó a llorar y se fue detrás de su madre. No volvió a tener contacto con su padre hasta veinte años después.

La historia de Eric Clapton es también conocida. Nacido, al igual que Lennon, en plena II Guerra Mundial (1945), Clapton es hijo de Patricia Molly Clapton y de un soldado canadiense llamado Edward Walter Fryer, que marchó a la guerra antes de que naciese el futuro guitarrista. Como su madre solo tenía 16 años, Eric Clapton fue criado por sus abuelos. Le hicieron creer que sus abuelos eran sus padres y que su madre era su hermana. Años después, su madre se casó con otro soldado canadiense y se fue a vivir con él a Alemania.

Aquel engaño marcó de por vida a Eric Clapton, que en 1998 publicó la canción "My father's eyes" con su padre -al que nunca llegó a conocer- en mente. El guitarrista, que ya había sido padre, se preguntaba en la canción cómo encontrar las palabras para dirigirse a su hijo, cómo enseñarle y cómo jugar con él, si nunca tuvo la presencia de su padre. Aquel disco, "Pilgrim", fue el primer álbum original de Clapton tras la muerte de su hijo, Connor, fallecido a los cuatro años al caer accidentalmente de un rascacielos de Nueva York. Sobre aquella terrible experiencia Clapton escribió "Tears in heaven" y también "Circus", esta última incluida en "Pilgrim": Clapton había llevado a Connor al circo el día anterior a su muerte. El músico, que decidió retirar "Tears in heaven" y "Tears in heaven" de su repertorio en directo en 2004, ha escrito canciones sobre la paternidad más optimistas. "So tired" ("Tan cansado"), de 2005, trata de su cansancio al cuidar de su hijo recién nacido siendo un padre sexagenario.

Otro guitarrista genial, Jimi Hendrix, tampoco tuvo una relación idílica con su padre, parado de larga duración. Ambos padres bebían y sus discusiones provocaban que, de niño, Jimi se escondiese en el armario. Cuando tenía nueve años, sus padres se divorciaron, y Jimi y su hermano Leon quedaron bajo la custodia del padre, Al Hendrix.

Se cree que la canción de los Beach Boys "I'm bugged at my ol' man" ("Me molestó mi viejo", 1965) la escribió Brian Wilson sobre su padre, Murry Wilson, al que habían despedido como manager del grupo el año anterior.

Padres estrictos

James Brown fue más explícito en la canción "Papa don't take no mess" (algo así como "Papá no acepta líos", 1974). "Cuando hacíamos algo mal, papá nos reventaba", dice la letra del tema.

Uno de los grandes del rock que más se ha explayado hablando de la difícil relación con su padre ha sido Bruce Springsteen. Además de abordarla en canciones como "Growin' up" (1973) y "My father's house" (1982), se ha parado a contar anécdotas en mitad de conciertos que fueron registrados en disco. En el directo "Bruce Springsteen & The E Street Band Live - 1975/1985" hay un par de ejemplos. En la mencionada "Growin' up", el Boss hace un inciso para explicar que su padre se quejaba de su "maldita guitarra" y que pretendía que se labrara un futuro como abogado. Y en la emotiva introducción de "The river", Springsteen cuenta que se peleaba mucho con su padre, que odiaba su pelo largo, y que se iba de casa con frecuencia. En plena guerra de Vietnam, cuando sus amigos eran llamados a filas, el padre le decía que tenía que llevárselo el ejército para que le cortasen el pelo y le disciplinaran. Cuando finalmente el futuro músico realizó unas pruebas físicas pero fue rechazado por el ejército, su padre se alegró.

Sting es otro músico marcado por la relación con su padre, un humilde lechero al que abandonó su esposa, la madre del músico, por otro hombre. El padre del que fuera líder de The Police le decía que tenía que embarcarse en uno de los grandes buques que se construían en los astilleros de Newcastle y ver mundo. Sting le hizo caso en parte, porque durante un tiempo su banda de jazz tocó en el crucero "Oriana". Pero tenían una relación difícil. Cuando falleció de cáncer, en 1989, Sting estaba de gira y no acudió al sepelio. "Me sentí emocional y creativamente paralizado, aislado e imposibilitado para el duelo", explicó el cantante, que no superó su bloqueo hasta que compuso "The soul cages" ("Las jaulas del alma", 1991), un álbum conceptual -y bastante sombrío- en torno a su padre, la muerte y su infancia en Newcastle.

También Madonna tuvo palabras para la figura paterna en algunas canciones. La más conocida de ellas es "Papa don't preach" ("Papá, no prediques", 1986), sobre una chica que se queda embarazada prematuramente. "Oh father" (1989) incluye la siguiente letra: "Nunca me has querido (?) Tal vez un día, cuando mire atrás, podré decir: no quisiste ser cruel". Madonna explicó que la actitud rebelde hacia su padre, Tony Ciccone, comenzó cuando este volvió a casarse. La madre había muerto de un cáncer de mama cuando la futura reina del pop tenía solo cinco años. "Mi padre se alejó de mí cuando se casó con mi madrastra -contó Madonna-. Fue entonces cuando dije: de acuerdo, no necesito a nadie. Nadie va a romper mi corazón otra vez. Puedo resistir por mí misma y no pertenecer a nadie".

Algo parecido le ocurrió a Bono. El cantante de U2 también perdió a su madre, Iris, muy pronto y de forma muy trágica. Bono tenía 14 años cuando su madre, víctima de un aneurisma cerebral, se desplomó en el funeral de su padre (abuelo de Bono). El padre viudo, Bob, quedó a cargo de Bono y de su hermano mayor. La relación entre padre e hijo fue muy difícil, y el cantante irlandés la reflejó en varias canciones de U2, el grupo en el que ingresó en buena parte para aliviar su sensación de soledad. "Dirty day" (1993) está plagada de expresiones típicas de su padre, un cartero de Dublín aficionado a la ópera. "Mofo" (1997) se refiere indirectamente a su padre y a su madre, y "One step closer" (2004) habla de la cercanía de la muerte que sintió su padre, muerto de cáncer en 2001. A él le dedicó la emotiva "Sometimes you can't make it on your own" ("A veces no puedes lograrlo tú solo", 2004). "Eres la razón por la que canto, la razón por la que la ópera está en mí -dice la letra-. Eres tú cuando me miro al espejo y cuando no cojo el teléfono. Si no fuéramos tan parecidos te hubiese caído mejor". Bono cantó una primera versión de esta canción en el funeral de su padre.

También "Wake me up when september ends", de Green Day, trata de la tristeza de Billie Joe Armstrong por la muerte de su padre durante su infancia.

Más oscura y morbosa es la inspiración de "Alive" (1991), la canción más conocida de Pearl Jam. Compuesta por Eddie Vedder y Stone Gossard, el tema habla desde el punto de vista de un hijo que descubre que su padre es realmente su padrastro. Lo sabe porque su madre empieza a sentir una atracción sexual por él porque se parece mucho a su padre biológico. La letra es autobiográfica en parte, porque a Vedder, siendo adolescente, le confesó su madre que quien creía que era su padre era en realidad su padrastro, y que su padre biológico había muerto. El resto de la canción, que aborda un deseo incestuoso, es ficticia.

Tal vez la relación más trágica entre un músico célebre y su padre es la de Marvin Gaye. El famoso cantante de soul, que había padecido adicciones y problemas mentales, además de palizas por parte de su progenitor, defendió a su madre en una fuerte discusión con su padre, Marvin Gaye Sr. Este le disparó al corazón con una pistola del calibre 38, la misma que el propio cantante le había regalado apenas tres meses antes, en la Navidad de 1983.

No todas las historias entre padres e hijos músicos son tristes. Hay también canciones muy positivas sobre las relaciones paterno-filiales, como "Isn't she lovely" ("¿No es adorable?", 1976) que Stevie Wonder -quien, por cierto, cantó en el funeral de su amigo Marvin Gaye-, compuso tras el nacimiento de su hija Aisha.

"Bridge over troubled water" (1970), de Simon and Garfunkel, compara la protección de un padre con un "puente sobre aguas turbulentas" para su hijo.

Otras canciones sobre padres e hijos que podrían sonar en el Día del Padre son "Father and son" (1970), de Cat Stevens (hoy Yusuf Islam); "Father to son" (1973), de Queen; "De niña a mujer" (1981), de Julio Iglesias; "Daddy" (2003), de Beyoncé; y "La casa de mis padres" (2016), incluida en el último álbum de Quique González, dedicado a la memoria de su padre. "No dejas de sentirte un poco niño hasta que tus padres se van -ha dicho el músico madrileño a "El Confidencial"-. Yo perdí a mi padre el año pasado y a mi madre cuando tenía 17 años, y eso te sitúa en otro sitio en la vida (...) El hecho de no tener esas referencias te hace plantearte todo y mirarte de otra forma a ti mismo y al futuro".

No hay duda de que la figura del padre ha sido y sigue siendo fundamental en la historia del rock, ya sea desde una perspectiva de rebeldía o de nostalgia.

Talento que se transmite de padres a hijos

  • Para otro reportaje daría la historia de los padres que han transmitido su talento a sus hijos, continuadores de la vocación paterna en el ámbito del rock, el pop y el flamenco.En ocasiones los hijos han igualado o superado la fama de sus padres. Es el caso de Jeff Buckley y su padre Tim Buckley; Rufus Wainwright y Loudon Wainwright III; Miley Cyrus y Billy Ray Cyrus; Norah Jones y el maestro del sitar Ravi Shankar; y Jean Michelle Jarre y su padre Maurice Jarre.Pero en la mayoría de los casos, la sombra artística del padre es demasiado alargada para ser superada. Ocurre con Bob Dylan y Jakob Dylan (The Wallflowers); Nat King Cole y la recientemente fallecida Natalie Cole; John Lennon y Julian y Sean Lennon; Marvin Gaye y Nona Gaye; Johnny Cash y Roseanne Cash; Leonard Cohen, Adam Cohen; y Frank Sinatra y Nancy y Frank Sinatra Jr., fallecido anteayer. En España son emblemáticos los casos de Julio Iglesias y Enrique Iglesias y del malogrado cantaor Enrique Morente y sus dos hijas, Estrella y Soleá Morente.

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