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Por fin un día de playa

Llega hoy a las pantallas de toda España "A praia dos afogados", el esperado "thriller" basado en la novela del escritor vigués Domingo Villar. Los escenarios naturales de Vigo y su ría constituyen otro personaje más de este filme de intriga

Algo se está moviendo en el cine español -y gallego-, que abraza cada vez con menos complejos y mayor maestría el cine de género. El año pasado La isla mínima, el thriller de Alberto Rodríguez, triunfaba en los Goya, con diez galardones, y hoy llega a las pantallas otra historia policiaca y oscura, con una conspiración de silencio de fondo y dos detectives contrapuestos tratando de desentrañarla. Pasamos de un pueblo andaluz de las marismas del Guadalquivir a las costas de Vigo, Nigrán, A Guarda y O Rosal. De La isla mínima a "la ría máxima", porque las aguas inquietas y los cielos plomizos de estos lugares que nos resultan tan familiares constituyen un personaje más en la novela de Domingo Villar y en la película de Gerardo Herrero, de la que pasamos a desgranar sus claves:

La historia. Ya ha avisado Domingo Villar que la película se basa, que no reproduce, la novela, ya que no es posible volcar quinientas páginas en un filme de apenas una hora y 36 minutos. Como mandan los cánones, no sobra ni falta nada en un guión -firmado por el propio Domingo Villar y Felipe Vega- que funciona como un reloj. Por si alguien no conoce ya el argumento: el cadáver de un marinero, Justo Castelo El Rubio, es arrastrado por la marea hasta la playa de Panxón. El inspector Leo Caldas (Carmelo Gómez) y su ayudante, Rafael Estévez (Antonio Garrido) descubren que no se trata de un suicidio, como piensa todo el pueblo. El fallecido, con un pasado turbio, sobrevivió hace más de una década a un naufragio del que nadie quiere hablar.

La ambientación. Curiosamente, Gerardo Herrero dirigió a Carmelo Gómez en la anterior película del primero, Crimen con vista al mar (2013), un título que podría aplicarse también a "A praia dos afogados". El espectador vigués reconocerá enseguida varios rincones de la ría de Vigo que aparecen a lo largo del metraje: el puerto de Panxón, la playa de A Madorra, Monte Lourido, la ya desaparecida taberna Eligio, el edificio de la Autoridad Portuaria de Vigo... La dirección artística corresponde a Marta Villar, que ya hace diez años se ocupó de la de Heroína, la otra película de Gerardo Herrero ambientada en el sur de Galicia. Como aquella, A praia dos afogados destila una fotografía (que firma Alfredo Mayo) y un ritmo narrativo más propios de un telefilme que de producciones de mayor presupuesto, como la truedetectivesca "La isla mínima". En cualquier caso, la atmósfera de la novela queda bien recreada.

El reparto. Exceptuando un meritorio Carmelo Gómez (leonés rodando en gallego) y un efectivo Antonio Garrido (sevillano), el resto del reparto parece un quién es quién del cine gallego: Luis Zahera "Petróleo", Pedro Alonso, Celso Bugallo, Fernando Morán, Marta Larralde, Celia Freijeiro, Carlos Blanco, Tamar Novas, Pepo Suevos... La abundancia de caras conocidas puede dificultar la inmersión en la historia, pero nadie mejor que ellos para interpretar la ironía gallega de los diálogos.

Profundidad. Como toda buena película o novela, A praia dos afogados no proporciona solamente un buen rato de entretenimiento -que también-, sino que encierra un pensamiento. El de La playa de los ahogados podría ser que nuestros secretos más ocultos, los cadáveres que lanzamos al mar, terminan saliendo a flote.

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