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Ganadora promesa femenina

Nerea Patiño: Un verano en las nubes

La jugadora viguesa encadenó en pocas semanas el ascenso con el Carballal, su fichaje por el Aula Valladolid y la medalla de oro con la selección española en el Mundial juvenil

Una grave lesión empañó el final de 2024

Nerea Patiño lanza en un partido de esta temporada.

Nerea Patiño lanza en un partido de esta temporada. / FDV

B. C.

Es complicado que Nerea Patiño olvide con facilidad lo sucedido en 2024 en el que en unos meses se le acumularon las noticias positivas. Tan pronto como digería una llegaba la siguiente. Por un lado el ascenso con el Carballal a Liga de Oro, luego el fichaje por el Aula Valladolid (equipo de la máxima categoría del balonmano femenino español) y como colofón la medalla de oro con la selección española en el Mundial juvenil. Lástima que cuando todo sonaba tan maravilloso e iniciaba su camino en la élite del balonmano femenina una grave lesión obligó a echar el freno.

Nerea es un producto de la cantera viguesa, siempre prolífica. Comenzó jugando en el Seis do Nadal cuando apenas tenía edad ni tamaño para acarrear la pelota. El Carballal fue a buscarla en su etapa infantil y ya se quedó en Cabral donde vivió años brillantes en los que el equipo vigués estuvo a gran altura en los sectores nacionales, siempre protagonista. Su salto a la primera plantilla se produjo muy pronto y una vez allí participó en uno de los grandes momentos de la historia del club como fue el ascenso en 2024 a la División de Oro, categoría en la que está en estos momentos tratando de lograr la permanencia. Para Nerea Patiño su papel en el Carballal le abrió nuevos horizontes. Solo tenía dieciocho años, pero a su puerta comenzaron a llamar equipos de la máxima categoría del balonmano nacional. Algunos de su entorno; otros de más lejos. Ella y su familia estimaron los pros y los contras de las diferentes propuestas y tomaron una decisión. Escogieron Valladolid, el Aula, un equipo que se ha distinguido ideal en las últimas temporadas para la formación de jóvenes jugadoras y como trampolín hacia plazas de mayor entidad. Una decisión pausada, con su dosis de riesgo, pero muy orientada hacia futuro. Dentro de la pena por lo que dejas atrás, Nerea sintió una enorme felicidad por el hecho de irse del club después de haber cumplido con esa vieja ilusión que suponía conseguir el ascenso de categoría.

Pero en medio de esa vorágine a Nerea Patiño aún le quedaba otra conquista. En agosto encaró el Mundial juvenil con la selección española en China y allí se produjo otro episodio imborrable. El equipo nacional, con la viguesa en un papel principal como central del equipo, consiguió la medalla de oro después de imponerse en la final a la potente selección de Dinamarca a la que remontaron en un gran segundo tiempo y donde las españolas demostraron estar un punto por encima de todas sus rivales.

Cumplido el verano loco, Nerea disfruta en la actualidad de su primer año en la máxima categoría del balonmano nacional (nunca resulta sencillo). La aclimatación requiere un tiempo y justo cuando empezaba a sentirse más suelta (llevaba seis partidos jugados en la máxima categoría) se produjo en noviembre una rotura en el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, con lo que la temporada acabó abruptamente para ella que lleva de baja desde entonces y no espera que regrese a las pistas hasta el comienzo de la siguiente campaña. Una pequeña desgracia que vino a emborronar un año que hasta ese momento estaba siendo de ensueño. Llegarán otros con seguridad. 

Los nombres propios del deporte gallego

Los nombres propios del deporte gallego / FDV

  • Año de nacimiento: 2006
  • Localidad: Vigo
  • Club: Aula Valladolid
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