Martín de la Puente: el chico que tenía un sueño

Sucedió en su tercera participación en unos Juegos Olímpicos. Martín de la Puente, un ejemplo de tesón, consiguió al fin su primera medalla olímpica en el torneo de dobles delos Juegos Paralímpicos formando pareja con Daniel Caverzaschi. Ya eran los primeros tenistas en silla de ruedas españoles en llegar a semifinales y, por tanto, también los primeros en ganar una medalla.

Lo hicieron tras completar una hazaña en la pista Suzanne Lenglen de Roland Garros, ante unos nueve mil espectadores, la mayoría franceses cantando ‘Allez les bleus’ y animando a sus compatriotas, Federico Cattaneo y Stephane Houdet. Los españoles ganaron 4-6, 6-4 y 10-5 en dos horas y dos minutos, tras sobreponerse a un primer set perdido y el ambiente hostil del público. El vigués no pudo completar su gran logro porque se quedó a las puertas de las semifinales en el torneo individual, algo que lejos de desanimarle le empuja a seguir peleando en el futuro por cumplir nuevos sueños. Lo sucedido en París es lo más destacado del año pero no podemos obviar que el vigués llegó también en 2024 a la final de Wimbledon.

De niño revoloteaba en las pistas, siguiendo la afición que sus padres le inocularon por el tenis, aunque lo que más le apasionaba era ser futbolista y llegar algún día a vestir la camiseta del Celta del que es ferviente aficionado. El deseo que se evaporó a los siete años cuando le diagnosticaron síndrome de Proteus, una enfermedad rara que provoca un descontrolado y acelerado crecimiento asimétrico de los huesos. En su caso, un dedo de la mano y el pie izquierdo. Al no tener cura le iban limando los huesos, pero con ocho años calzaba una talla 45, algo que le impedía caminar. Tras viajes continuos a hospitales y pasar 16 veces por quirófano, los médicos decidieron amputarle.

Eso sí, al principio era reacio a subirse a una silla para jugar al tenis. “Ni loco me subo ahí”, fue la frase que espetó a su madre. Pero Álvaro Illobre, uno de los impulsores de este deporte en España, convenció al joven gallego, al que se le cayeron los prejuicios. Y a fuerza de trabajar sin desmayo su evolución no se detuvo hasta instalarse en una élite a las que pertenecen jugadores como los británicos Alfie Hewitt y Gordon Reid, el francés Stephane Houdet, el japonés Tokito Oda o el argentino Gustavo Fernández, su compañero de entrenamientos en Barcelona bajo las órdenes de Fernando San Martín y con Walter Navarro como preparador físico.

Susana Rodríguez y Martín de la Puente, mejores deportistas de Vigo en 2024

No parece tener techo y lleva varios cursos advirtiéndolo, quiere ser número uno del ranking. De momento va dando pasos y se ha convertido en un fijo en cada Grand Slam, que hasta hace poco era un muro infranqueable para los españoles. Su triunfo más preciado se produjo en 2022 en la pista Louis Armstrong de Nueva York al ganar el US Open en la modalidad de dobles. El pasado mes de julio se quedó en Wimbledon a las puertas del título al caer en la final ante Alfie Hewett.

Con 17 años fue el tenista más joven en participar en Río de Janeiro 2016, evento al que llegó gracias al empuje de sus padres. “Era pronto para mí, pero ellos me insistieron en que lo intentara y me clasifiqué. Sin la confianza de mi familia no habría sido posible. Viví una de las semanas más felices, gané un partido en la pista central y me llevé un diploma en dobles, resultado que repetí en Tokio 2020, aunque estos me dejaron un sabor agridulce por la pandemia”, cuenta.

Martín empezó a hacer realidad en París su sueño más grande, el de convertirse en el mejor jugador de tenis en silla de ruedas del mundo. La medalla olímpica brillaen un palmarés que pronto irá recogiendo nuevos galardones.

Martín de la Puente, desde muy pequeño, ha sido un tradicional protagonista de la Gala del Deporte. En no pocas ocasiones la Federación Gallega de Tenis le eligió como el aspirante a alguno de los premios principales. Fue elegido el mejor promesa del año en la gala correspondiente a 2014. A partir de ese momento fue un firme candidato al premio principal, estuvo en más de una quiniela para ganarlo, pero se quedó a las puertas. En esta ocasión, en un año con importantes competidores y con candidatos que han firmado méritos muy destacados, el vigués ha logrado el reconocimiento como mejor deportista de Vigo de 2024. Para él, que siempre hace gala de su origen, es un logro que agradece de forma sincera. A su historia le quedan muchos capítulos que escribir. A sus 25 años aún está en el comienzo de una carrera que anuncia muchas tardes de gloria. Sus tres participaciones en los Juegos Olímpicos se  multiplicarán y posiblemente esa medalla conseguida en París encontrará compañía.