Luis Piña: de casta le viene al galgo

Galicia tiene una de las rentas de triatleta por metro cuadrado más sobresalientes del territorio nacional. Produce muchos y buenos. Algo que tiene que ver con la aparición de estrellas mundiales como Iván Raña y, sobre todo, Javier Gómez Noya y también al buen trabajo que durante mucho tiempo se ha hecho en los clubes de base y en la Federación Gallega. Luis Piña es uno de los jóvenes talentos que han salido de sus hornos con el deseo y el objetivo de tener el peso de aquellos referentes, ahora retirados. Si el también vigués Antonio Serrat es el actual abanderado del triatlón gallego no hay muchas dudas de que Piña es uno de los aspirantes a serlo de la siguiente generación. 

En el caso de Luis Piña se da además una circunstancia personal que inevitablemente ha tenido su peso en toda esta historia y en el camino elegido. El vigués de apenas dieciséis años es hijo de otro Luis Piña, un miembro de la generación de Iván Raña que enseñó el camino a muchos de los que vinieron detrás. El Luis Piña padre fue un notable triatleta que evolucionó hacia el papel de entrenador donde ha sido (y es) un referente en Galicia. Aquí ha estado siempre al lado de Susana Rodríguez Gacio a la que ha ayudado a conquistar sus dos medallas de oro paralímpicas. No era de extrañar por lo tanto que su hijo, Luis, quisiera seguir sus pasos y entregarse al triatlón con el mismo grado de entrega y pasión que lo hizo él.

Con toda su historia aún por escribir, el joven Luis Piña ha demostrado en 2024 las razones para ser considerado una de las grandes promesas de este deporte en Galicia. Seguramente la gran prueba de ello llegó en A Coruña donde el vigués se proclamó campeón de España de la categoría cadete. Allí derribó a los mejores especialistas de su generación (algunos de ellos más mayores que él, algo decisivo en estas edades) con una carrera pletórica y muy igualada acabó sometiendo a los mejores elementos de las grandes escuelas de este deporte en España como la andaluza, la extremeña, la madrileña o la catalana. Piña logró un triunfo de enorme importante en un deporte en crecimiento permanente lo que dificulta aún más el acceso a los grandes podios.

A Luis Piña le queda aún mucho por recorrer. Pero sus condiciones y su potencial se adivinan en cualquier competición en la que se coloca el dorsal en el pecho. Al margen del triatlón es fácil verle ya en carreras populares en Vigo donde suele competir en la prueba de cinco kilómetros (es el tramo que muchas veces se disputa en el tercer segmento del triatlón) y donde ya ha empezado a acumular victorias ante los ojos de sus paisanos. Su estilo y zancada (larga, segura) empieza a ser una de las imágenes reconocibles para los aficionados al deporte de la ciudad. Pronto lo empezará a ser para mucha más gente. Luis Piña se convierte en el segundo triatleta que es reconocido con el premio de mejor promesa en la Gala del Deporte. El primero fue Antonio Serrat en el año 2015, triatleta ya olímpico con quien pronto comenzará a tener a su lado en las líneas de salida.