GALA DO DEPORTE 2023

El deporte convertido en leyenda

Javier Alvarez Salgado, perteneciente a la generación irrepetible de atletas vigueses que asombró en los años sesenta y setenta y tres veces finalista olímpico, se convirtió en el tercer ganador del Premio Luis Miró

Javier Álvarez  Salgado se dirige al público tras recibir el premio Luis Miró

Javier Álvarez Salgado se dirige al público tras recibir el premio Luis Miró / José Lores

Hubo un tiempo en el que los atletas eran los grandes héroes del deporte vigués. El Celta presumía de tener a uno de los grandes equipos de fondistas que había en España, acumulaban títulos, desafiaban a cualquiera y al frente de su asombrosa alineación estaban Carlos Pérez y Javier Alvarez Salgado. El primero fue distinguido hace dos años con el Premio Luis Miró que honra a las grandes leyendas del deporte vigués y en esta ocasión ha sido Javier Alvarez Salgado el homenajeado en un sencillo y cariñoso acto en el corazón de la Gala del Deporte.

La historia de Javier Alvarez Salgado como atleta comenzó después de una victoria en la prueba de aficionados cuando aún no había cumplido los dieciocho años en el Gran Premio de Navidad que se celebraba en Vigo. Desde entonces, Alfonso Ortega, su único entrenador, moldeó a conciencia a aquel joven de enorme clase.

Se convirtió en un atleta brillante que comenzó a escalar en el mundo del atletismo hasta convertirse en un referente nacional y sacar sus zapatillas a volar en tres finales olímpicas. Estuvo en la final de México 1968 de los 3.000 obstáculos y cuatro años después, en Múnich 1972, dobló su apuesta porque corrió las finales de los 5.000 y 10.000 metros tras someterse a un duro desgaste. Una barbaridad para cualquier atletas, mucho más para un español que trabajaba con escasez de medios. Tuvo que correr en aquella semana infernal de Múnich cuatro carreras y acabó completamente fundido. Seguramente si hubiera centrado sus esfuerzos en una sola distancia el resultado habría sido diferente, pero Alvarez Salgado siempre vio con orgullo su actuación de aquellos días. Finalizó en el puesto décimo la final de 5.000 metros (muy cerca del diploma olímpico) y duodécimo en los 10.000 metros.

Arriba, Javier Alvarez Salgado tras una de sus finales olímpicas

Arriba, Javier Alvarez Salgado tras una de sus finales olímpicas

El vigués siempre brilló por su infinita versatilidad, por su capacidad para saltar de una distancia a otra de manera sorprendente. Llegó a tal punto que en u momento de su carrera llegó a ostentar de forma simultánea los récords nacionales de 2.000, 3.000 bajo techo y al aire libre, 3.000 obstáculos, 5.000 y 10.000 metros. Le apasionaba correr, entregarse en cualquier distancia y competir. Ya fuese pista cubierta, al aire libre, el cross...Javier Alvarez Salgado no temía rivales, escenarios o distancias. Puede que sus tres finales olímpicas –por la dificultad de una empresa como esa para un atleta de aquella España “en blanco y negro” como él dijo en la misma gala– fuese su mayor conquista. Pero en su palmarés fueron entrando de forma incesante galardones. Logró tres medallas de oro en los Juegos del Mediterráneo (uno en Túnez en 1967 y dos en 1971 en Esmirna donde dobló en los 5.000 y los 10.000 metros), fue plata en los Europeos de pista cubierta de Belgrado en 1969 y bronce en los de Viena en 1970. El vigués también ha sido cinco veces campeón de España de los 5.000 metros, otras dos veces lo fue de los 3.000 obstáculos y por último dos veces lo consiguió en los 30 kilómetros en ruta. Y con el Celta sus triunfos en el Campeonato de España de cross por clubes son otro de esos logros que no pasaron nunca inadvertidos en una ciudad que siempre le tuvo entre sus grandes referentes.

El atletismo siempre ha estado presente en su vida. Su esposa, Loly García, era atleta como él y juntos aún cuidan de su principal pasión a la que se entregan siempre que pueden. Y la pareja ha transmitido esa misma afición a sus tres hijos: Liliam, Paula y Javier. Apartado de la primera línea, Javier Alvarez Salgado fue concejal de deportes y montó su negocio relacionado con el deporte.

Cuando el jurado de la Gala del Deporte se reunió para decidir el nombre del siguiente ganador del premio Luis Miró, emblemática figura que introdujo en la ciudad numerosas modalidades deportivas, no había muchas dudas de que era hora de que Javier Alvarez Salgado recibiese su galardón. Otra de esas personas que convirtieron el deporte en leyenda.