La cuidadora ha pasado de testigo a investigada por su posible colaboración con Arancha Palomino Y Luis Lorenzo, acusados por la guardia civil del asesinato de Maria Isabel. El día que murió ellos dijeron que estaban de viaje a Asturias pero sus teléfonos los sitúan en Madrid. Tardaron horas en llamar al médico y la empresa funeraria asegura que no arregló el cuerpo, sin embargo, los moratones y traumas que tenía fueron maquillados según la autopsia.