Diez años después de ser puesta en libertad tras los errores judiciales que llevaron a la gallega a pasar 519 días en prisión, "sufriendo las miradas y los codazos al verla pasar", participó en el "Observatorio de la presunción de inocencia y los juicios paralelos", organizado en abril de 2013 por la Fundación Fernando Pombo: "Todavía estoy pidiendo que alguien me diga un perdón; algo", decía con voz tímida y cargada de tristeza en esa charla que apenas duró cinco minutos.