Conmoción en Gondomar, en Pontevedra. Una mujer de 59 años ha sido asesinada, presuntamente, por su pareja. Un taxista fue quién dio la voz de alarma. Cada día traslada al hijo del matrimonio, de 18 años, a un centro de educación especial. Al volver, nadie le habría la puerta. El taxista entonces llamó al marido que, al parecer, le ha contado que su mujer había fallecido y que él se estaba muriendo. No existían denuncias previas y Asuntos Sociales no tenía constancia de la situación. El presunto agresor, de 64 años, está ingresado en el hospital ya que ha intentado autolesionarse. Con su mujer ya serían 42 las víctimas de la violencia