De las más de 29 millones de mascotas que hay en España, prácticamente la mitad son perros y gatos. Y, aunque las adopciones han crecido en los últimos años, se estima que seis de cada diez provienen de compras. La nueva Ley de Bienestar Animal prohíbe desde ayer vender en tiendas perros, gatos y hurones bajo amenaza de multa de hasta 200.000 euros. Si se tiene una camada en casa, la ley obliga a inscribir a los animales como reproductores en el Registro de Animales de Compañía y automáticamente el dueño se convierte en criador. La normativa deja claro que para cualquier venta o adopción el animal debe estar registrado y tiene que existir un contrato.