Cada año se adelantan un poco más las compras para las cenas navideñas; solo hay que tener el congelador preparado y con espacio suficiente para ahorrarse el dinero de las subidas que los alimentos frescos sufren estas semanas. Además, en esta ocasión partimos ya de una cesta de la compra cara, por culpa de la sequía, los temporales y las guerras que han encarecido el gasóleo para el transporte.