Casi seis millones de personas adultas en España viven con diabetes. Una enfermedad crónica en la mayoría de casos del tipo 2 que no depende de la insulina. Preocupa que desde 2019 estos casos casi se han duplicado. Un incremento que en 7 de cada 10 diagnósticos tienen que ver con la mala alimentación. España es tras Alemania el país europeo con más casos de diabetes. Pero la buena noticia es que la tecnología mejora la calidad de vida de los pacientes. Los sensores de medición permiten tener controlados los niveles de glucosa en sangre y evitan los pinchazos. Además, gracias a las curvas de los datos se facilita el tratamiento.
