Abrir sin licencia de actividad. Es más habitual en el ocio nocturno de lo que pensamos. Basta con echar un vistazo a los titulares de los últimos meses. Cuando la licencia es rechazada y hay una orden municipal de cese. Es el ayuntamiento quien debe velar porque se cumpla. Hay mecanismos muy efectivos para asegurar el cierre. Pero escuchamos, los incumplimientos son frecuentes y solo cuando hay terribles consecuencias, nos echamos las manos a la cabeza.
