En cada bolsa hay lo necesario para que el médico forense de guardia recoja muestras de una victima de agresión sexual, para determinar si el delito se cometió mientras estaba intoxicada con alcohol y otras drogas, aunque fuera un consumo voluntario. El Ministerio de Justicia ha repartido ya 2.000 kits en los Institutos de Medicina Legal de toda España, lo que unifica protocolos y atención a la víctima de una violación. Permite, además, recoger muestras según la cronología del delito, es decir, el momento en que se haya cometido, para que no se pierda el rastro de la sustancia que ha podido mermar la capacidad de consentimiento o defensa de la víctima.
