Según datos del Consejo General del Poder Judicial, las demandas de disolución matrimonial han descendidos un 3% en el segundo trimestre en comparación con el año anterior. La población intuye la causa y los profesionales lo confirman, se trata de la crisis económica. Un divorcio o separación multiplica los gastos y divide los ingresos. Por eso, muchas parejas conviven en casa aunque llevan una vida separada.